La cita en esta ciudad, en el marco de la presidencia de turno del G7 que desempeña Alemania, estuvo marcada por la cumbre del clima que se celebrará a fin de año en París y sólo abordó de forma tangencial la crisis de actualidad, como la ucraniana, publicó EFE.
Los representantes del grupo de las potencias industrializadas (Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón y Canadá), del que fue excluido Rusia, mostraron su preocupación por el riesgo que representa el conflicto ucraniano para el suministro energético en la región y exigieron que no se utilice la energía "como una arma de coacción política ni como una amenaza".
El anfitrión del encuentro, el ministro alemán de Economía y Energía, Sigmar Gabriel, se mostró satisfecho por haber ido más allá de una crisis "puntual" y agregó que "lo que necesitamos es una estrategia para asegurar el suministro energético mundial".
Gabriel destacó los esfuerzos que se están realizando en todos los países del G7, que muestran el enorme potencial que existe y que no se utilizó durante mucho tiempo, y citó como ejemplo a Japón que, tras apagar temporalmente los reactores nucleares tras la catástrofe de Fukushima, tuvo en el aumento de la eficiencia energética una de las claves para asegurar el suministro.
"La UE también le está dando a la eficiencia energética un papel fundamental y en Estados Unidos también están pasando cosas, aunque algunos crean que allí sólo se dedican a buscar nuevos yacimientos de gas y de petróleo", dijo el funcionario alemán.
En ese contexto, el secretario de Energía de EEUU, Ernest Monitz, destacó que las medidas de eficiencia energética durante el Gobierno de Barak Obama han permitido ahorrar millones de toneladas de emisiones de C02. Explicó que parte de la estrategia pasa por la creación de las llamadas "redes inteligentes", que permiten optimizar la distribución de acuerdo con las necesidades de suministro.
Fuente: Télam