El mismo estudio realizado en noviembre de 2014 reflejó que para el primer semestre del año los ejecutivos eran menos optimistas, ya que un 30 por ciento consideró que seguiría igual, un 14 por ciento moderadamente mejor y apenas un 3 por ciento mucho mejor.
La consultora evaluó que "el pesimismo mostrado en la medición de fines del 2014 no se vio convalidado en la realidad de este período" y que entre los ejecutivos "se espera un segundo semestre sin sobresaltos y con retorno a la normalidad".
En lo que respecta a la perspectiva para el próximo año "se prevé una estabilidad de los principales factores que afectan a la empresa con un ligero incremento de las ventas en el mercado interno", aunque "los principales factores de mejora siguen siendo los internos a cada empresa".
Según el estudio, "los empresarios no esperan una recomposición de su rentabilidad en el próximo año, y más aún, la mitad de ellos cree que la misma continuará disminuyendo", además que destaca que "se ha ampliado la brecha de la capacidad disponible como consecuencia de la retracción de semestres anteriores en las ventas".
En la visión de futuro, los tres factores predominantes que señalan para promocionar las inversiones son la eliminación de impuestos distorsivos, clarificación de las reglas del juego y reforma impositiva.
Los principales temas de desafío para los empresarios continúan siendo los salarios y la retención de talentos, aunque en esta oportunidad crece la importancia del factor tecnológico, y en cuanto a la competitividad de las empresas "se entiende que, en general, es relativamente baja" y la misma "pareciera estar más determinada por el tipo de cambio que por factores estructurales".
Fuente: Télam