"Es difícil mantener la competitividad en Europa, no sólo por la emergencia de nuevas economías, sino también porque incluso los países industrializados europeos han venido mostrando menos aumentos de productividad y mayores rigideces", afirmó en declaraciones que difundió Europa Press.
En ese sentido, Almunia remarcó que junto con estos aspectos económicos "hay un sustrato social ciudadano de cierto recelo a las instituciones supranacionales y una tendencia a afrontar los desafíos replegándose en sí mismos".
Almunia advirtió que la siguiente fase de la crisis se puede convertir en una crisis política, una evolución que, en su opinión, habría que evitar. "Esa sensación de desafección y deslegitimación abre la puerta a populismos, genera tensiones y ya se empiezan a escuchar voces que ponen en cuestión las bases mismas de la democracia parlamentaria".
Fuente: Télam