El informe -llamado `Barómetro Cisco` y que fue presentado esta semana ante autoridades del Gobierno nacional- puso de manifiesto el fuerte crecimiento que registraron las conexiones de banda ancha móvil el año pasado, que pasaron de 151.321 en junio a 227.312 en diciembre.
Uno de los datos más reveladores es que este servicio de valores muy superiores a los de la telefonía fija -con tarifas reguladas- y a los de la telefonía móvil convencional, tiene 76% de cuentas ubicadas en el mercado residencial y 24% en el segmento corporativo o empresario.
Asimismo, teniendo en cuenta la extensión geográfica de la Argentina y que los nuevos servicios se expanden desde el área metropolitana (AMBA) hacia los corredores industriales y luego a las poblaciones del interior del país, la banda ancha móvil muestra un reparto equilibrado con un 55% de presencia en el AMBA y 45% en el resto del país.
A diferencia de las primeras experiencias de utilizar internet móvil, la modernización de las redes de las operadoras, preparadas ahora para soportar este tipo de servicio, permitió llevar buenas velocidades de navegación al equipo del cliente y lograr que la experiencia fuera satisfactoria.
Además, desde la recuperación económica iniciada en el 2003, las empresas del sector tuvieron en claro que la competencia ya no se limitaba a sumar clientes, sino en fidelizar a los que ya tenían a través de nuevos servicios y propuestas.
Por ello, los servicios de valor agregado se transformaron en el foco de las compañías.
Esta estrategia, más enfatizada o más moderada según el "target" al que se dirige la empresa, obligó en los últimos dos años a modificar la política de subsidios de terminales que se aplicó en el mercado nacional.
Así las empresas aplicaron fuertes rebajas en los precios de los aparatos de alta gama, al tiempo que dejaron de subsidiar los valores de los teléfonos más económicos y con menos prestaciones.
El valor promedio de los teléfonos vendidos el año pasado -según indicaron a Télam consultores y empresarios- fue de 600 pesos.
Esta estrategia permitió que hoy por hoy más del 40% de los equipos móviles en uso sean aptos para utilizar el servicio de internet de banda ancha móvil.
A su vez, la opción de conectarse a Internet por la red móvil pero desde una computadora, resultó otro factor de impulso a este servicio, en un mercado donde la fabricación local de equipos de escritorio y de notebooks ya había generado una explosión en la venta de PCs.
La aparición de las netbooks (computadoras más pequeñas que una notebook y vinculadas a cuentas de banda ancha móvil) resultó una apuesta arriesgada de parte de las empresas, ya que las primeras promociones se lanzaron entre agosto y septiembre del año pasado, cuando la crisis financiera internacional comenzaba a desplegarse en los mercados.
Para la consultora IDC, que realizó el barómetro, en el caso de la Argentina también influyó la comercialización del servicio tanto en sus modelos de postpagos (con abono), prepagos (con tarjeta) y mixtos.
Para los analistas "se espera que Argentina mantenga un crecimiento de las conexiones de banda ancha, tanto para servicios fijos como móviles".
Pero también se aclaró que habrá un "aumento de la adopción de los servicios en la modalidad de prepago en el segmento hogar/ individual, especialmente en servicios de banda ancha móvil, debido a una mayor necesidad de controlar los gastos".