El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fundamentó la norma en la necesidad de ser "muy cuidadosos con la administración de reservas para potenciar el crecimiento de la actividad económica".
Según Capitanich, "hay un drenaje de divisas a través de operaciones de turismo y de distintos componentes", y es necesario "garantizar el flujo de suministros de bienes intermedios, de insumos básicos y de insumos de carácter industrial".
La nueva normativa suma a "las operaciones de adquisición de moneda extranjera -billetes o cheques de viajero- para gastos de turismo y viajes, con validación fiscal", y "las transferencias al exterior por turismo y viajes sujetas a validación fiscal".
En ese marco, la AFIP otorgó un plazo especial, hasta el 9 de diciembre, para que las entidades autorizadas a operar en cambios por el Banco Central adecuen sus sistemas internos, a efectos de cumplir con lo dispuesto en la resolución.
La resolución, que lleva la firma de Ricardo Echegaray, señala en sus considerandos que "decisiones de política económica tornan aconsejable extender la utilización de esa herramienta fiscal a la venta de moneda extranjera para gastos de turismo y viajes".
Capitanich, en tanto, destacó que, en materia de compra venta de divisas, "ha disminuido sustancialmente la brecha desde el punto de vista de operaciones por fuera del mercado oficial".
Al hablar con la prensa esta mañana en la Casa de Gobierno, el jefe de Gabinete agregó que el Poder Ejecutivo será "muy riguroso" en el control de los precios de transferencias a partir de las operaciones de las firmas transnacionales, la verificación de la sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones; y en cuanto a empresas que venden servicios turísticos.
"En muchos casos (los operadores turísticos) han hecho ventas a plazos con un sistema de financiamiento en pesos y liquidación en moneda extranjera y, a su vez, con un mecanismo de valoración del paquete turístico superior a lo que efectivamente cuesta", precisó el jefe de Gabinete.
Según las estadísticas del Banco Central, el sector turístico registró su primer saldo negativo de divisas -luego de más de un decenio de superávits sucesivos- en el verano de 2011.
La brecha en aquel momento, de todos modos, fue de de apenas 33 millones de dólares.
A partir de entonces, sin importar el período del año, el egreso de divisas por viajes al exterior fue creciente, y los 6.500 millones de dólares de déficit en enero-septiembre de este año podrían ascender a 9.000 millones a lo largo de todo 2013.
Operadores de la actividad atribuyeron la mayor demanda de moneda extranjera a la mejora de ingresos de amplios sectores de las clases media y alta, y a una percepción de que el tipo de cambio se encuentra relegado frente a la marcha de los precios.
Los datos del BCRA, por su parte, muestran el cambio de modalidad de registro de las adquisiciones de moneda extranjera y los cheques de viajero para la cobertura de gastos en el exterior.
Los egresos brutos por "Turismo, Viajes y Pasajes" representaron en el tercer trimestre más de la mitad (53%) del total de pagos por Servicios, y dejaron muy atrás a los rubros "Fletes y Seguros" (18%) y "Servicios Profesionales y Técnicos" (9%).
El desbalance de divisas en el sector reflejó además la baja en los ingresos de visitantes extranjeros: los gastos de turistas no residentes en el país fueron de 350 millones de dólares en el período julio-septiembre, con una baja de 31% interanual.
Fuente: Télam
