"Debemos seguir alentando la construcción en Judea y Samaria (nombres bíblicos para el territorio palestino actual de Cisjordania)", sentenció Benet, según la agencia de noticias EFE.
Livni, en cambio, hace tiempo que defiende el congelamiento del desarrollo y construcción en los asentamientos, una de las condiciones principales que reclaman las autoridades palestinas para reanudar un proceso de paz.
Según Ynet, el ministro de Protección Medioambiental, Amir Peretz, apoyó la visión de Livni y aseguró que el desarrollo de los asentamientos israelíes es "una cuestión política y no de prioridad nacional, que va en contra de los esfuerzos para promocionar la paz".
Actualmente alrededor de medio millón de israelíes viven en asentamientos dentro de Cisjordania y Jerusalén Este, territorios que, según la comunidad internacional, se encuentran bajo ocupación.
Los asentamientos israelíes construidos sobre estos territorios palestinos son considerados ilegales por las Naciones Unidas ya que el derecho internacional prohibe el traslado de población de la fuerza ocupante a los territorios ocupados.
Por eso, la decisión del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu recibió el rechazo inmediato de las organizaciones israelíes que denuncian la ocupación militar y reclaman un proceso de paz con las autoridades palestinas.
"El gobierno incluyó 91 asentamientos entre las 600 localidades que recibirán beneficios. Esto supone que la gente que quiera irse a vivir a los asentamientos recibirá beneficios, lo que hace cuestionar la voluntad del gobierno de lograr la paz", aseguró Yariv Openheimer, presidente de la ONG israelí Paz Ahora.
"El gobierno no es serio sobre sus intenciones de salir de los asentamientos, si está invirtiendo dinero en ellos. Esta decisión pone un gran signo de interrogación a las intenciones de desmantelar los asentamientos en pro del proceso de paz", advirtió el activista.
La semana pasada los gobiernos de Israel y Palestina se sentaron por primera vez a dialogar cara a cara en tres años, bajo la mediación de la Casa Blanca.
Fuente: Télam