"Desde la óptica gremial se insiste en la necesidad de cubrir con el salario mínimo la canasta básica que indica el INDEC qyue oscila en los 700 pesos, pero abvia en la discusión la persistente crisis económica nacional que todavía imposibiita a las emrepsas afrontar esta pesada carga", señala la FEC.
Y menciona que "en contraposición, los empresarios que participan de la discusión pertenecen a un slecto grupo de privilegicados que por otro lado son formadores de precios, que merced a los beneficios de la devaluación mejoraron sus expectativas económicas sustancialmente pero no representan a la gran mayoría de empresarios del país, que en la categoría de micro pymes soportaron y aún lo hacen el peso de la crisis".
Indicó luego que "nadie puede oponerse a justo reclamo de recomposición salarial ya que los niveles de pobreza tanto en el país como en la provincia justifican la búsqueda de alternativas de soluciones".
Pero reclamó "la responsabilidad de quienes deciden para la realidad nacional, con las asimietrías existentes en todo el territorio nacional todavía irresueltas, con la pesada carga impositiva que deben soportar las empresas, con el eterno problema de servicios públicos en el interior que aún privatizados son caros y malos y sobre todo, la necesaria sostenibilidad de las fuentes de trabajo que afrontan los empresarios evitando dejar caer puestos de trabnajo que agregarían mayor incertidumbre a una clase trabajadora tan vapuleada".
Agregan que "si el incremento del salario mínimo es una medida que tiene un beneficio netro para la sociedad en su conjunto, habrá que respetarla y llevarla a cabo".
Y aclaran, "si los efectos redistributivos que provoca la medida, es decir la determinación sobre quiénes financiarán la medida y quiénes la gozarán, entonces habrá que analizar si los principales beneficiariops no son, en definitiva, aquellos popes gubernamentales que por congraciarse con sus pares sindicales, de similares ineficiencias y faltos de representatividad, ponen en riesgo el débil equilibrio existente en el mercado laboral comprometiendo las fuentes de trabajo".
Por esta razón, la FEC advirtió que "no se puede compartir la metodología elegida para las actualizaciones salariales, cuando quienes harán el esfuerzo para solverntarla no están en condiciones de hacerlo".