La Reserva Federal quiere continuar con sus medidas coyunturales hasta que el desempleo de Estados Unidos baje del 7,6 por ciento actual al 6,5 por ciento, al tiempo que señalaron que la inflación no representa actualmente ningún peligro.
Según la Fed, la incierta situación económica no recomienda el fin o el debilitamiento de esta política monetaria ultralaxa que demandan algunos miembros de la Fed y políticos conservadores.
El crecimiento se situó en el primer trimestre de este año en el 2,5 por ciento, siendo mejor de lo esperado, pero no lo suficiente para una mejora sostenida.
Tampoco hubo un verdadero crecimiento del empleo tras la gran recesión de 2009. El número de nuevos puestos coincidió con el crecimiento de la población en Estados Unidos y la tasa de desempleo sólo se redujo porque cada vez menos personas informan de su estado de desempleados.
Dado que la tasa de inflación está por debajo del límite del dos por ciento, la Fed no debe preocuparse ahora por la estabilidad de los precios.
Sin embargo, según los expertos, no hay señales de que se vaya a ampliar la compra de bonos del Tesoro. La resistencia a ello es demasiado grande en las mismas filas de la Fed y entre los políticos, informaron medios estadounidenses.
Los expertos temen un sobrecalentamiento de los mercados, dado que con tasas más bajas los inversores apuestan por inversiones poco seguras, que dan más rédito. También se teme que los compradores de viviendas se endeuden de más debido a los créditos más beneficiosos.
Fuente: Télam