El analista estimó, en declaraciones formuladas a Télam, que "las compras de divisas para atesoramiento privado no representan más que 1% del total de las operaciones cambiarias".
"Si fabricáramos dólares no tendríamos problemas, pero hay que administrar las divisas para pagar importaciones, hacer frente a compromisos financieros y limitar la salida de dividendos y otras rentas, para que no se fuguen capitales", añadió.
Mattos, profesor además de la Cátedra Nacional de Economía "Arturo Jauretche" de la UBA, indicó que las limitaciones cambiarias "apuntan a formalizar gastos e inversiones de las empresas y de aquellos con ingresos muy elevados".
"Las regulaciones con miras a evitar que se manejen recursos sin explicar de dónde se sacan, o que evaden impuestos, son habituales en todo el mundo", dijo el economista.
"En realidad -agregó- no hay restricciones personales ni existe tal cosa como un cepo, sino un fogoneo de algunos medios que rechazan medidas estatales y alientan actitudes especulativas de minorías concentradas".
Mattos rechazó que se pueda hablar de "prohibiciones", y puso como ejemplo los elevados niveles de pagos por importaciones de bienes y servicios, así como los gastos en el exterior realizados por turistas argentinos.
Confió, por otra parte, en el desarrollo de nuevas alternativas de inversión en pesos en el sistema financiero y en el mercado de capitales local, algunas vinculadas con la construcción.
"Como resultado de la administración del tipo de cambio por parte del Banco Central y de los controles al manejo de divisas ya se observa, en los últimos meses, un freno en la formación de activos en el exterior", concluyó Mattos.
Fuente: Télam