"Las políticas monetarias continuarán apoyando la actividad económica en consonancia con los mandatos de los bancos centrales, pero la política monetaria por sí sola no puede conducir a un crecimiento equilibrado" remarcó el G-20 en el comunicado final del encuentro.
"Tomamos nota de que, en consonancia con la mejora de la perspectiva económica, el endurecimiento de la política monetaria es más probable en algunas economías avanzadas", añadieron.
Asimismo, los responsables financieros reiteraron su "compromiso de avanzar hacia más sistemas de tipos de cambio determinados por el mercado y la flexibilidad del tipo de cambio para reflejar los fundamentos subyacentes, y evitar desajustes de los tipos de cambio constantes.
"Nos abstendremos de devaluaciones competitivas, y resistir todas las formas de proteccionismo", aseguraron.
Durante una reunión bilateral que tuvo lugar el viernes, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, había instado a su homólogo chino, Lou Jiwei, a seguir ésta recomendación que figura en el comunicado.
"Vamos a poner en práctica políticas fiscales con flexibilidad para tener en cuenta las condiciones económicas a corto plazo, a fin de apoyar el crecimiento y la creación de empleo", sostienen, a la vez que insisten en que la deuda en proporción al PIB debe mantenerse de forma sostenible.
En ese sentido, afirman que van a "seguir considerando la composición de nuestros gastos del presupuesto y los ingresos para apoyar la productividad , la inclusión y el crecimiento".
Los países del G-20 reiteran que su prioridad es promover la inversión y que con ese fin, han preparado estrategias específicas de cada país para "mejorar el ecosistema de la inversión y fomentar la inversión en infraestructura eficiente y apoyar las oportunidades de financiación para las PYME".
Y respecto a las necesidades de inversión a largo plazo, el G-20 apuntan que está examinando "los posibles instrumentos alternativos del mercado de capitales".
En cuanto a las estrategias de crecimiento, dicen que mantienen su compromiso con medidas de apoyo a la demanda, y a medida que avancen incluirán medidas "para promover una mayor inclusión" como las relativas a reducir la desigualdad de ingresos.
La directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien también participó de la reunión, sostuvo en conferencia de prensa que las economías más grandes del mundo deben acelerar las reformas a favor del crecimiento en línea con los objetivos que se plantearon ya hace un año.
"El principal desafío que enfrenta la economía mundial es que el crecimiento sigue siendo moderado y desigual. Para las economías avanzadas, se prevé que la actividad de recoger sólo modestamente este año y el próximo. Para las economías de mercados emergentes, las perspectivas se han debilitado en el año 2015 con relación al año pasado, aunque algunos rebote se proyecta el próximo año" dijo Lagarde.
"Tanto para las economías avanzadas y emergentes, el crecimiento de la productividad sigue siendo baja".
"Hay urgencias de implementación en muchos aspectos. El crecimiento sigue siendo muy bajo, la productividad, muy baja, el comercio muy bajo, la inversión muy baja: lo único que crece es el desempleo", afirmó.
"Se necesita un esfuerzo político concertado para hacer frente a estos desafíos, incluyendo continuado la política monetaria acomodaticia en las economías avanzadas; políticas fiscales favorables al crecimiento; y las reformas estructurales para impulsar el potencial de producción y la productividad", insistió Lagarde. .
"También es fundamental que el G20 aumentar sus esfuerzos para asegurar la aplicación oportuna y eficaz de sus estrategias de crecimiento. Para mantener los compromisos asumidos en Brisbane, se requerirá un mayor énfasis en la implementación de aquí a la Cumbre del G-20 en noviembre, cuando, junto con la OCDE, proporcionaremos nuestra evaluación del progreso hacia el objetivo de lograr un dos por ciento adicional de crecimiento del PIB por 2018", remarcó.
La jefa del FMI se refirió también a la subida de tasas de en EEUU y sostuvo que "es un movimiento muy grande, simplemente porque la FED no elevo las tasas por mucho tiempo" y, por eso, antes de hacerlo "deben estar seguros para que no haya incertidumbre, del lado de la estabilidad de los precios del empleo y del desempleo".
Lagarde apuntó que "aunque no hay indicaciones sobre la fecha", en el G-20 hay "un mejor conocimiento de lo que será la política del la FED y de sus consecuencias, así como también hubo una discusión abierta con China sobre las decisiones que están tomando.
En ese sentido, Lagarde afirmó que hay una "determinación de seguir con las reformas", y remarcó que el país asiático está afrontando una transición, hacia un menor control y menor intervención, y que por lo tanto no es una sorpresa que haya sobresaltos.
A nivel político, el G.20 manifestó su profunda decepción con el retraso de la reforma de cuotas y de gobierno del FMI, y reafirmó su decisión de finalizar la reforma del sistema financiero, en alcanzar mayor transparencia en las transacciones comerciales, y lograr un sistema fiscal internacional más justo y moderno a nivel mundial.
Fuente: Télam
