El funcionario, quien inicia una gira por Panamá, Uruguay y Brasil para explicar los retos de la situación regional, consideró en un blogpost de su autoría que, ante el crecimiento actual de la región, impulsado por las condiciones favorables de financiamiento externo y por los precios elevados de las materias primas, los países deben dar una serie de pasos orientados a "impedir que el auge se transforme en caída".
Al respecto, Strauss-Kahn sugirió "el retiro del estímulo macroeconómico adoptado durante la crisis", como el "primer paso que dar", ya que "todos sabemos cómo puede terminar esta historia si los responsables de formular las políticas públicas no actúan lo suficientemente pronto", agregó.
El director-gerente del Fondo enumeró una lista de medidas que podrían tomar los países, entre ellas "una política fiscal más rigurosa para aumentar los tipos de interés" y, en otros casos, debido al "incremento de la presión inflacionaria", acciones "tanto en la política fiscal como monetaria".
Sobre la apreciación de las monedas locales, el funcionario del FMI opinó que "la flexibilidad en el tipo de cambio también es importante".
"En el actual contexto, la apreciación de la moneda puede contribuir a atenuar las entradas de capitales, ya que hace que los inversionistas extranjeros piensen mejor sobre futuros riesgos cambiarios. Asimismo, para salvaguardar la estabilidad financiera se requiere de medidas prudenciales más rigurosas", añadió.
En relación al control de flujos de capital, como el que impuso Brasil hace unos meses, Strauss-Khan opinó que si bien "puede ser una medida temporal en algunos casos, ésta no debe ser considerada como sustituto de medidas macroeconómicas o prudenciales".
En relación a una eventual salida de la situación de esplendor regional, Strauss sugirió seguir la receta que ya utilizó América latina de "establecer mecanismos amortiguadores y reducir la exposición al riesgo en épocas de bonanza".
En este aspecto, recomendó fortalecer los marcos de política económica, reducir la deuda pública, aumentar las reservas de divisas, permitir una mayor flexibilidad cambiaria y mejorar los mecanismos de supervisión y regulación financiera, "todos elementos que contribuyeron al éxito de la región".
En relación al futuro, pidió "concentrar esfuerzos" para recomponer lo que llamó el "espacio fiscal perdido" e "ir más allá, cuando sea necesario, para disminuir deudas a niveles que sean seguros".
En cuanto a la estabilidad financiera pidió "mejores instrumentos para vigilar los riesgos" y "adoptar medidas preventivas tempranas" y puso como ejemplo a Brasil.
Por último, Strauss-Khan pidió a los países "compartir" las transformaciones de "estas épocas de vacas gordas con todos los sectores de la sociedad y las generaciones futuras", a partir de mecanismos que le hagan llegar los beneficios a toda la población, en una región donde existe "una profunda desigualdad, con cerca de la tercera parte de su población viviendo aún en pobreza".
El director gerente del FMI pidió, entonces, "una segunda etapa de transformación regional que produzca las reformas necesarias para sustentar un vigoroso crecimiento" y, al respecto, mencionó como vitales para conseguir el objetivo "el crecimiento de la productividad, la revitalización de la infraestructura, las mejoras en la educación, la mejora del clima empresarial y el fortalecimiento de la gobernabilidad". (Infobae)
