La Argentina exhibe una de las mayores proporciones de médicos por habitante del mundo con un promedio de 26.8 médicos por cada 10.000 habitantes, el número de médicos crece históricamente a una tasa anual superior a la de la población: mientras la población aumenta a un ritmo de 1,5 % anual, los médicos lo hacen al 5 por ciento. Esto no logra otra cosa que una despersonalización de la medicina y la transformación del médico en el elemento de ajuste de una economía en crisis.
Tal vez éste pueda ser un día de reflexión para todos nosotros, para tratar de encontrar los mecanismos que permitan que la profesión médica siga siendo la más digna de las profesiones.