Bajo una gruesa capa de cemento de la ciudad conquistada por los españoles en 1521, yacía Coyolxauhqui, la diosa decapitada y desmembrada, según el mito, por el dios de la guerra Huitzilopochtli, el protector de los aztecas.
Este hallazgo permitió a partir de una serie de excavaciones descubrir vestigios del Templo Mayor, el principal recinto ceremonial de la capital azteca. (Télam-SNI)