"Los lentes que se venden en cualquier lado son un grave riesgo para la visión, porque no hay profesional que intervenga para saber de la calidad de los mismos", explicó el titular del Colegio, José Luis Delgado.
En el mercado hay gafas "de muy mala calidad, no sólo de lectura sino también de sol que, por tener filtros incorrectos o falta de ellos", no impiden el paso de los rayos ultravioleta y "facilitan problemas como las cataratas u otras alteraciones visuales", señaló.
Delgado advirtió que "luchar contra la venta callejera es muy difícil por el tipo de organización que está detrás" de la distribución del producto y adelantó que el Colegio iniciará una campaña de concientización para que la gente "tenga responsabilidad respecto a su propia visión".
Según la ley provincial 12.239 la venta de lentes para sol debe realizarse únicamente en comercios habilitados por el Colegio de Opticos y el ministerio de Salud y contar con un profesional del rubro y optometría.
Las ópticas autorizadas tienen una oblea autoadhesiva oficial en un lugar visible del local, que las certifica como tales y contiene datos sobre el establecimiento, su director técnico y especifica si la habilitación incluye o no la contactología.