El Pabellón Argentino, que se distinguió por su forma irregular que remite a los glaciares patagónicos y a su vez traza un laberinto borgeano donde se puede ver parte de nuestra historia literaria y política, fue escenario de diversas charlas sobre literatura, lecturas de poesía, análisis de textos clásicos, conversaciones sobre fútbol, presentaciones de historietas y hasta un clase de tango bailable.
Además, estuvo muy presente el tema de los derechos humanos y la cuestión Malvinas, con la participación de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus.
En diálogo con Télam, la directora de Asuntos Culturales de la Cancillería Argentina, Magdalena Faillace, contó que "esto de ser país invitado de honor comenzó con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, luego de que el país se fuera parando sobre sí mismo gracias a la restitución del rol del Estado que logró Néstor Kirchner. No hay que olvidar que era un Estado hecho pedazos durante los 90, que terminó con un país incendiado en el 2001".
"En este Pabellón -indicó la funcionaria- mostramos desde la estructura de los glaciares, que busca contrastar con la condición tropical del mundo carioca, hasta la imagen de los laberintos que repasan la historia de nuestra literatura, desde Lucio V. Mansilla a Roberto Arlt, así como un espacio para la gauchesca que también nos vincula a Brasil".
Según Faillace, "era clave mostrar el tema de los derechos humanos a través de todos los logros que se fueron consiguiendo en estos años; abandonamos un poco ese acento tan fuerte sobre los desaparecidos y nos centramos en la presencia de Estela de Carlotto, que nos acompañó para hablar de la vida y la recuperación de los derechos".
"La presencia de Estela fue algo hermoso -afirmó-. Y eso tiene que ver con el reconocimiento que tenemos en el mundo por nuestra política de derechos humanos. Ya en la Feria del Libro de Frankfurt los alemanes destacaron eso. Ellos pueden no entender qué es el peronismo y un montón de procesos de nuestra historia, pero si hay algo que nadie te niega es la admiración por nuestra política de derechos humanos".
Según Faillace, "el juicio a los represores y genocidas que se hizo en la Argentina no lo han hecho en Alemania, donde aún quedan nazis, y recién lo están empezando a hacer los españoles, con grandes problemas porque hay todo un sector de la sociedad española que no quiere abrir fosas comunes. En ese sentido somos un ejemplo para el mundo y este Pabellón logró sintetizar todo eso".
"Cuando ponemos los glaciares -sostuvo la embajadora- estamos incluyendo a Malvinas, una herida abierta en la vida de la sociedad Argentina, más allá de partidos. El tema de Malvinas es otra política donde nuestro gobierno ha avanzado como ningún otro. Por eso quisimos que estuviera en Brasil, que fue el primer país que de manera rotunda proclamó su adhesión al reclamo legítimo por la soberanía de Malvinas".
Faillace señaló: "estoy hace 20 años en la política cultural, soy licenciada en letras, siempre trabajé en educación y cultura de los equipos técnicos del peronismo, y puedo decir que ningún gobierno en la historia de la Argentina hizo tanto por la cultura como el de Néstor y Cristina. En diez años se hicieron los eventos internacionales más importantes que existen".
"Esto tiene que ver con la voluntad política de una presidenta que puso los recursos y que siempre redobló la apuesta. En la Bienal de Venecia tenemos un Pabellón de 500 metros cuadrados en el lugar más estratégico de la diagonal con la confitería de los arsenales de 1570, restaurados con recursos del Estado argentino, que le dejamos a gobiernos que vienen por 18 años más".
Ese Pabellón, afirmó la directora cultural, "se compara con los de China, Emiratos Árabes, Estados Unidos o Inglaterra. Esto implica un liderazgo indiscutido en materia cultural y expresa claramente que no somos un país periférico. Como nuestra selección de fútbol nacional, que también integra la cultura, tenemos una fuerte presencia en el mundo".
La presencia argentina en la Bienal, que termina el próximo domingo, continuará estos últimos días con charlas sobre literatura y cine, traducción, influencias entre ambos países, estudios sobre la lengua, lecturas para los más chicos y conciertos de tango.
Fuente: Télam
