"Esto da lugar a que se forme un estrecho callejón entre los aviones que están en las mangas y los estacionados, por el que tienen que rodar todas las maniobras y eso maximiza los riesgos más mínimos", precisó.
Dominelli recordó que "en el 2012 hubo un incidente de similares características entre un avión de la chilena Lan y uno de la brasileña Gol".
En este sentido consideró que "dos incidentes casi idénticos en menos de dos años en una operatoria con tantos reaseguros contra el error humano como la aeronáutica, señala que hay una situación que es propensa al riesgo en ese callejón".
"El Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) propuso hace un año la mudanza de los hangares y las operaciones de LAN y de los taxis aéreos a San Fernando y a Ezeiza, pero esa solución está trabada por los amparos judiciales de las empresas que no quieren ceder ese espacio".
Subrayó que la operatividad aeronáutica "tiene muchos reaseguros, cada avión que está en rodaje tiene un señalero delante que le indica al piloto si se mantiene sobre la línea amarilla que marca los recorridos".
Además, hay "un señalero en cada ala que indica si hay riesgo de colisión" por lo que es ícono algunos dicen, faltaba un señalero, "esa operación no se debería haber hecho".
"De todas maneras, hay que esperar a la investigación de la Junta Investigadora de Accidentes, para saber todos los detalles y ver cuáles son las responsabilidades, que en aeronáutica nunca son de una sola persona", aclaró.
"Todas las aerolíneas, incluidas Austral y Aerolíneas Argentinas, tienen aviones de respaldo para que este tipo de incidentes no afecten su operatividad, habrá que ver cuáles son los daños causados por el impacto en la estructura de los aviones, pero a priori no parece haber sido tan grave", concluyó Dominelli.
Fuente: Télam