Sus compañeros no pudieron auxiliarlo. No obstante, lograron matar la gigantesca serpiente para recuperar los restos de Gutiérrez. "Che apyta cheñe´êngu. Ojupi cherehe peteî pirî ha amanose che ména ykére ha che memby kuérandi upepete" (me quedé muda, me subió un escalofrío, quise morirme al lado de mi esposo con mis hijos en ese mismo lugar), declaró la esposa del desafortunado ribereño, María Estela Lima (30), quien quedó con tres hijos: Bernardo Bernabé (5 años), José de Jesús (aún no cumple 2 años) y María Soledad, de apenas 4 meses.
Relató que estaban abandonando el retiro por el repunte de las aguas, con ayuda de un bote y dos caballos. En el momento en que estaban cargando la canoa, Gutiérrez fue atacado por la serpiente, que apareció del camalotal. El animal golpeó al infortunado hombre y lo envolvió enroscándose fuertemente para devorarlo.
María Estela dijo que, además de sus pequeños hijos, observaron el tétrico espectáculo dos peones de la estancia "Karaja Vuelta", Genaro Duarte y Aurelio Benítez, que trabajaban con su esposo. El trágico hecho se registró el viernes de la semana pasada, pero trascendió recién ayer, cuando la mujer llegó acompañada de una vecina, María Nilsa Cantero (40), hasta Radio Aquidabán, para solicitar ayuda.
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La damnificada señaló que existen numerosas serpientes venenosas e insectos peligrosos que invaden las zonas altas y la ribera, que llegan a las casas a consecuencia de la crecida del río Paraguay.
Ayer, la altura frente a los puertos norteños fueron: Fuerte Olimpo, 6,48 m (subió 10 cm); en Vallemí, 5,10 m (creció 5 cm) y en Concepción 4,99 (creció 8 cm).
(CAMPONOVA)