El individuo "intersexual", clasificado así desde el nacimiento, podrá posteriormente decidir si registrarse como masculino o femenino o incluso permanecer así toda su vida sin una especificación respecto de su sexo. Y aunque la prensa alemana ya habla de un "tercer género", los juristas prefieren describirlo como "un estatus específico", que por lo pronto deberá volcarse a infinidad de sistemas que regulan la documentación (trámites de todo tipo, visados, etc.), y que sólo presentan las opciones "m" y "f". Deberían agregar la opción "x".
En la Argentina, el nacimiento en febrero de este año de un niño con los dos sexos en la ciudad misionera de Oberá, puso en debate la intersexualidad y la costumbre de otorgar un sexo en el nacimiento a estos bebés. Ante la perplejidad de los padres, que querían definir la identidad sexual de su hijo, desde el INADI se sostuvo que no debía ser operado, porque tiene "derecho a la integridad y a la autodeterminación de su propio cuerpo". Frente a la posibilidad de una inminente intervención quirúrgica en el Hospital Garrahan para asignarle un sexo, las autoridades del instituto afirmaron que lo primordial era dar apoyo psicológico y social a la familia.
Fuente: 26noticias.com.ar