A partir de este anuncio, entre otros cambios en el libro más consultado en español, lo femenino no equivaldrá a débil y endeble, ni lo masculino a varonil y enérgico. Este hecho no fue aislado, ya que en enero de este año, la Academia reconoció "la injusta y tardía" incorporación de mujeres que hasta ahora tienen seis plazas, sobre un total de 46.
En la Argentina, la visibilización de la perspectiva de género tuvo un gran impacto y la trata de mujeres fue clave para expresarlo. Uno de los hitos en el Feria del Libro de este año fue la realización del mural colectivo inspirado en la novela gráfica "Beya", escrita por Gabriela Cabezón Cámara e ilustrada por Iñaki Echeverría que aborda sin concesiones la trata de personas con un lenguaje escatológico en forma de romancero medieval.
Otros murales artísticos al aire libre también canalizaron esta problemática. En puntos neurálgicos de Buenos Aires, un grupo de artistas reunidos bajo la consigna "Un problema real" recrearon en gigantografías el rostro de mujeres desaparecidas a partir de los volantes de oferta sexual tomados de las mismas calles.
El aborto y el derecho a decidir sobre el propio cuerpo llegaron a importantes espacios culturales: por primera vez un museo nacional, el Palais de Glace, exhibió de la mano de Amnistía Internacional una muestra con retratos de personas que atravesaron en carne propia o como acompañantes sus experiencias de interrupción de embarazo, lo que le valió algunas fugaces protestas como suele pasar con estos temas.
También en pleno centro porteño el Centro Cultural Borges expuso una muestra de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD). Con diferentes expresiones artísticas, ambas exposiciones aportaron al debate poniendo el foco en que se trata de un problema de salud y un derecho de las mujeres.
Investigaciones académicas, historias reales y biografías también centraron su mirada en la cuestión de género. La editorial de la Universidad Nacional de Quilmes publicó "Género y Poder", un conjunto de investigaciones que dieron visibilidad a una temática ignorada durante años por la Justicia: la violencia de género en el marco de terrorismo de Estado y conflictos armados.
Se lanzaron tres libros claves que desenmascaran la trata de personas, principalmente, con fines de explotación sexual.
"Susana Trimarco, la mujer que lucha por todas las mujeres", de Soledad Vallejos, fue el primer retrato de la mamá de la joven tucumana Marita Verón. También Sibila Camps desentrañó el caso más emblemático que puso al descubierto este crimen y Fernanda Balatti reunió relatos estremecedores de trata en primera persona.
En julio, inauguró la tradicional muestra de Fotoperiodismo Argentino de ARGRA y la imagen central del 2013, utilizada también como una declaración de los reporteros gráficos agrupados, fue una fotografía de Susana Trimarco, madre de Marita Verón e icono de la lucha contra la trata de personas, que captada por Jorge Olmos Sgrosso, espera justicia con la mirada entristecida en la puerta de los tribunales tucumanos, al lado de un policía.
En la arena internacional, algunas poderosas voces femeninas se alzaron contra la desigualdad a la hora de recibir galardones de fuste. La escritora canadiense Alice Munro, la decimotercera mujer que gana el Nobel, dijo apenas se enteró del premio: "Es terrible que solo haya trece mujeres con un Nobel de Literatura".
¿Soñaba Alice Munro con ganar el Nobel de Literatura?, le preguntaron y la escritora respondió: "Oh, no, claro que no. ¡Era una mujer! Sé que algunas lo han ganado, pero nunca lo pensé, porque la mayoría subestimamos nuestra obra".
La mexicana Elena Poniatowska, ganadora del Premio Cervantes 2013, afirmó: "Este premio es muy importante para mí, pero también para mi país y para las mujeres, porque sólo cuatro lo hemos ganado en 38 años" y sostuvo que el galardón será dedicado a "las mujeres de América Latina", una constante en su obra.
A lo largo de un año, acciones y voces aisladas se convirtieron en una poderosa muestra de que el arte y la cultura son vehículos certeros contra la desigualdad, pero también para concientizar, de una forma pacífica, estética y diferente, la violencia de género en la sociedad.
Fuente: Télam