Al llegar a la esquina de Sáenz y Pescara, la policía detuvo la marcha de un Peugeot y observó que el conductor era un niño. Junto a él, se encontraba su padre que estaba en estado de ebriedad.
El hombre fue sometido a un control de alcoholemia el cual arrojó que tenía 0.87 gramos de alcohol en sangre.
Fue entonces que la policía le realizó una multa, le retuvo el auto y fue trasladado a la Comisaría 29ª.
Fuente. minutouno.com