Al ser consultado sobre las versiones que indicaban que Macri aguardaría a saber los pasos del intendente Sergio Massa para luego entablar cualquier alianza electoral, la fuente respondió: "Nada de eso".
En tanto, desde la vereda de enfrente, uno de los principales operadores de De Narváez se negaba a prestar precisiones sobre las negociaciones: "Todo lo que pueda decir cambia a los dos minutos. No hay reuniones previstas, todo es por teléfono".
Lo que Télam pudo reconstruir de las diferentes fuentes es que el macrismo aún no realizó una contraoferta a lo propuesto ayer por el líder de Unión Celeste y Blanco, quien en persona le ofreció a Macri dirimir las candidaturas en las primarias y abiertas de agosto próximo, algo que el Pro descarta casi de plano, además de la posibilidad de no tener un apoderado propio en el frente electoral.
Macri mantenía febriles conversaciones con su equipo de confianza, encabezado por el ministro de Gobierno, Emilio Monzó y el secretario General de la Jefatura de Gobierno, Marcos Peña, además de tener en consulta a la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal.
Desde el búnker de Las Cañitas, De Narváez espera expectante la respuesta del Pro mientras ajusta los últimos detalles del frente electoral que ya conformó en el mayor distrito del país con el gobernador José Manuel De la Sota, el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, y la agrupación La Juan Domingo, alineado en el sciolismo.
Fuente: Télam