La columna advierte que "la justicia no es asegurada fácilmente en ninguna parte del mundo. Pero en la Argentina hoy está fuera del alcance incluso mencionar en público a las víctimas del terrorismo de izquierda de los años ´70".
La abogada y fundadora del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo en el país, Victoria Villarruel, reconoció la problemátiva y denunció que "no ha habido ningún juez que con valentía dicte una sentencia contra" los integrantes de los al menos 17 grupos extremistas que perpetraron ataques en la década del ´70.
Villarruel, cuyo libro documental sobre el terrorismo en la Argentina Los llaman...jóvenes idealistas cita la editorial del matutino neoyorquino, aseguró que el olvido de las víctimas "es una injusticia reconocida en todo el mundo".
"Cuando conversamos con las víctimas de la ETA, de las FARC, del 11-S, de Israel, etc, somos vistos como la ´cenicienta´ de las víctimas; como aquellas víctimas del terrorismo que están con sus derechos más violados en el mundo", describió.
Al respecto, denunció que en todas las causas que se reabrieron para juzgar a integrantes de grupos terroristas "no hubo ningún juez que con valentía dicte una sentencia en contra de esta gente".
En diálogo con el programa El Oro y el Moro de Radio 10, la letrada consideró que ello se produce porque "los jueces todavía tienen el temor y el miedo reverencial de que no pueden juzgar a este sector".
Advirtió también que en la Argentina "se ocultó" una parte de la historia y que actualmente las versiones son las de aquellos que han integrado organizaciones terroristas: "Aquí lo que ocurrió en los ´70 únicamente puede ser custodiado o visto desde la perspectiva de un sector minoritario de la sociedad".
En tal sentido, denunció también que muchos de los "terroristas" en la actualidad "están en funciones de poder en embajadas, en consulados, son diputados e incluso manejan la Secretaría de Derechos Humanos".
"Son personas que deberían haber sido imposibilitadas para ocupar cargos públicos porque en su momento agredieron a la sociedad", reclamó.
Sin embargo, diferenció la situación de José Mujica en Uruguay y de Dilma Rousseff en Brasil, porque ambos dirigentes se diferencian de los "terroristas vernáculos" porque "reconocen su pasado y en tal caso serán conocidos a partir de sus hechos, pero tienen una posición que no es de revanchismo como la que tienen los terroristas en nuestro país". (Infobae)
