Según pudo saber LPO, en diálogo con representantes de distintas fuerzas políticas, esta realidad a la que el macrismo aspira, hoy por hoy, está lejos de concretarse.
Desde Proyecto Sur, el bloque de 8 diputados que constituye la primera minoría, el legislador Rafael Gentilli contestó que la unificación en octubre “es la peor opción de todas y no tiene asidero. La elección en la Ciudad debe ser independiente del escenario nacional. Sólo se justifica el cambio por un deseo del PRO basado en la especulación y la conveniencia”. La misma postura sería acompañada por el representante del MST y aliado a Pino Solanas, Marcelo Parrilli.
También desde la Coalición Cívica –una fuerza que reúne a 6 diputados- expresaron su negativa: “Es curioso. Macri habla de reformar la política y ahora quiere llevar una gran lista sábana”, ironizó el diputado Sergio Abrevaya y continuó: “hay que respetar la autonomía de la Ciudad, lo demás es pura especulación”.
El socialista Julián D´Angelo tampoco dejó lugar a dudas: “llevar las elecciones porteñas a octubre es un manoseo de la ley y una muestra de brutalidad. El partido socialista ya se expidió sobre este tema, rechazando cualquier intento de atar los comicios de la Ciudad a la elección presidencial”.
En igual sentido, se manifestaron voceros del bloque Diálogo por Buenos Aires. Los cuatro diputados del bloque que comanda el ex Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra aceptarían modificar la fecha de la elección de Comunas –prevista para el 5 de junio- pero siempre y cuando que se mantuviera un calendario de comicios desdoblados entre Ciudad y Nación.
Tampoco votarían a favor de la modificatoria que plantea el macrismo los legisladores Diego Kravetz (bloque Peronista) y Raúl Fernández (Encuentro por Buenos Aires); hoy alineados detrás de la candidatura de Jorge Telerman.
En este esquema, el PRO apostaría a los votos del Frente para la Victoria –que aún no tomó una posición formal pero se inclinaría por la unificación debido al peso de la candidatura de Cristina- y del peronismo porteño. También buscaría el aval de los dos legisladores radicales, de los dos que responden a Francisco De Narvaez y del sabatellismo. Aún así, al día de hoy, las cuentas no cierran. (La Politica Online)