La soja es la más destacada. En los últimos 10 años fue el motor del crecimiento del sector. Entre 1996 y 2005 tuvo un desarrollo explosivo y un crecimiento constante. El volumen procesado en 2005 fue de 28,7 millones de toneladas, casi el triple del industrializado en 1996.
A nivel mundial, la Argentina es el tercer productor luego de Estados Unidos y Brasil. Actualmente se dedican a la industrialización de oleaginosas 47 plantas. En los últimos años se registra una tendencia hacia la reducción en el número de unidades fabriles pero con un incremento en su capacidad de producción. En 1990 la capacidad de molturación de las industrias era de 49.000 toneladas diarias. Actualmente esta capacidad llega a las 132.000 toneladas por día, y no se detienen las obras que, en el corto plazo, elevarían este valor a más de 160.000 toneladas.
Si a las inversiones que se vienen realizando se les suma el crecimiento de la producción agropecuaria, las obras de infraestructura y la sostenida demanda por parte del mercado externo se puede afirmar que la industria de oleaginosas continuará con su proceso de expansión.
{adr}La tecnología empleada es de vanguardia, lo que permite producir a costos competitivos y ofrecer productos de calidad aceptada internacionalmente.
Las principales plantas se concentran en Santa Fe, sobre el río Paraná desde Puerto San Martín, al norte de Rosario, hasta Arroyo Seco, al sur. Es una posición estratégica para la exportación.
Cabe señalar que el sector oleaginoso argentino es una rama de la actividad económica estructuralmente orientada al mercado externo (el 53% de la producción).(CAMPONOVA)