Las ruinas de la histórica Capilla de Nuestra Señora de Andacollo, ubicada en La Falda (Dpto. Tinogasta) y las del sitio arqueológico Shincal de Quimivil (Londres, Belén) serán intervenidas por especialistas en patrimonio una vez que culminen las gestiones que se tramitan entre la Secretaría de Turismo de Catamarca y la Nación.
Asimismo, en una etapa posterior se incluirán la restauración de la Comandancia de Armas en Fiambalá y la conservación, limpieza y señalización del Camino Real que une San José de Piedra Blanca con La Falda de los Maza en Fray Mamerto Esquiú.
Para cumplir con el programa de obras, la provincia está gestionando la firma de un convenio con la Subsecretaría de Trabajo de la Nación $ 35 mil para la compra de materiales y la dotación de 80 planes Jefas y Jefes de Hogar.
En ese sentido, la Directora de Inversiones Turísticas, Arq. Teresa Sayago remitió a Buenos Aires una carpeta con documentación técnica, reseña histórica, descripción de obras a intervenir, memoria descriptiva, cómputo de materiales con presupuesto y planos de las obras a intervenir, y se aguarda ahora la aprobación de parte de las áreas técnicas de Turismo de la Nación para iniciar los trabajos.
Los trabajos de restauración de la Iglesia de Andacollo, distante 18 kilómetros al Norte de la ciudad de Tinogasta, consistirán en una primera etapa en consolidar la cimentación utilizando idénticos materiales componentes y la misma técnica de la construcción original, y en el apuntalamiento de paredes en pie con tirantes y tablones para evitar futuros derrumbes.
Estas ruinas son de singular estilo neoclásico, se erigen en medio de un vasto territorio arenoso y desértico y datan de mediados del siglo XIX. Fueron construidas íntegramente en adobe con molduras talladas en cemento y cal y forman parte de la promocionada Ruta del Adobe, que vincula monumentos históricos ubicados a la vera de la RP 60 (entre Tinogasta y Fiambalá, camino a Chile). Actualmente se encuentran en mal estado de conservación por las inclemencias climáticas de la zona (en particular el viento zonda) y por el derrumbe del frontispicio por un movimiento sísmico el año pasado.
