Si se tienen en cuenta las huelgas docentes y las suspensiones de las clases por disposición oficial, hasta el momento nuestra provincia ha perdido exactamente 16 días del ciclo lectivo. Por otra parte, si a esa cantidad se le suman el paro del 4 de octubre, por Carlos Fuentealba, y la huelga por 72 horas que comenzará a aplicar mañana la Intersindical docente, se tendrán 20 días hábiles menos, los que en total hacen un mes de inactividad escolar.
Son diversas las razones por las que hasta ahora se han perdido días de clases. No se puede responsabilizar unilateralmente de eso ni a los gremios, que llamaron a medidas de fuerza, ni a la cartera a cargo del ministro Eduardo Galera que, este año, antes de ordenar el adelantamiento de las vacaciones de julio, suspendió en dos oportunidades las clases en toda la provincia, con el argumento de las olas polares.
Seguramente esta situación sin responsables aparentes, repercute directamente sobre la calidad educativa, que dicho sea de paso, es vapuleada constantemente.