La aventura de integrar
"Egresará el año que viene y ha sido seleccionada primera escolta de la bandera institucional -explica la pedagoga Nora Herrera de Ortega en su despacho- . Es una alumna que viene desde la sala de dos años. En ese momento el colegio empezaba a crecer. Con ella nos aventuramos en la tarea de hacer integración escolar en todos los niveles. Hemos ido creciendo con todas las dificultades y aprendiendo de ella muchísimo: sistematizamos el programa de integración en el colegio. Hoy es un ejemplo. Hay alumnos sin discapacidad que no hacen ni mínimamente el esfuerzo que hace Iara todos los días."
"Me gusta mucho la escuela", declara Iara, y ante la pregunta de qué significa ser escolta dispara: "que tengo el promedio alto. Y que tengo que estar en todos los actos." La psicóloga María Fernanda Parajón Ferullo opina que el Estado "debe entender que todos somos diferentes en algún sentido, y trabajar para que esto se normativice de la mejor manera posible". Reconoce que si bien en Tucumán se ha empezado, "todavía estamos en pañales. Las obras sociales deberían reconocer lo que corresponde por derecho."
"Me gusta escuchar música, cantar y bailar... cumbia, regaetton. Bailo sola en mi habitación, con aire acondicionado," confiesa Iara entre risitas. En materia de integración, el colegio Santa María sigue un modelo propio.
"No hay modelos. Fuimos abriendo caminos. Toda integración se sostiene siendo el alumno el centro en una familia comprometida, con una institución que abra no sólo sus capacidades pedagógicas sino fundamentalmente su corazón y sus ganas de hacer con docentes comprometidos en esa dirección", sostiene el rector, Emilio Fuensalida.
"Nosotros le llamamos maestro integrador al que está en el aula, no al maestro que paga el padre para que esté en el aula. O sea que las políticas tendrían que avalar un plus para ese docente que está en el aula, llámese el maestro en la primaria profesores en la secundaria", explica Herrera de Ortega. En tanto Parajón Ferullo resalta: "cada uno de los niños nuestros es un proyecto en sí mismo", y la directora de Estudios, María Runco, resalta el hecho de poner el acento en lo que puede hacer cada alumno. En cuanto a la continuidad postsecundario, si bien no está sistematizada, se la está buscando, haciendo convenios con organizaciones, con la UNT, que tiene un programa que contempla capacidades diferentes dentro de la universidad.
"Yes"
"Me siento cómoda en el colegio", susurra Iara, y afirma que es capaz de hacer "de todo", una vez que termine el secundario. "La materia que más me gusta es Inglés. Yes -se entusiasma-, me encanta; estudié mucho con mis profesoras."
"Su presencia ablanda sentimientos en el grupo- señala Fuensalida- Todos se disponen para ella y a estar acompañados por ella. Eso es lo que devuelve la integración a la comunidad, sobre todo a los adolescentes. "Quiero que mis compañeros sean felices conmigo", pide Iara, quien cree en el Niño Dios.
¿Qué le pide? "Que me cuide y que nos cuide a todos". Y desborda la ternura.