"No tengo dudas de que fue un tornado" lo que afectó a la Baixada Fluminense, declaró anoche el meteorólogo Izmar Azevedo, de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
Un boletín de la Defensa Civil estadual, divulgado anoche, indicó que ya son 754 las muertes provocadas por las lluvias de hace una semana, según despacho de la agencia Brasil.
El municipio de Nova Friburgo registra 364 muertes, Teresópolis, 304; Petrópolis, 65 y Sumidouro, 21. El número de personas que permanecen fuera de sus casas es de 13.830, de los cuales 7.780 evacuaron sus viviendas y 6.050 directamente las perdieron.
Con la mejora del tiempo y la reducción de las lluvias en los últimos dos días, los equipos de rescate vieron facilitada su labor aunque solo cavaran para localizar cuerpos enterrados por la avalancha de tierra y piedras.
La alcaldía de Río de Janeiro permanece en alerta ante la posibilidad de se desaten nuevas tempestades.
En 2010, el área metropolitana de Río de Janeiro y el litoral de ese estado registraron más de 300 muertos por temporales que causaron inundaciones y avalanchas.
