Pero para los vecinos de Aconquija, un pueblo de unos 3000 habitantes, esas piletas son una "fuente de contaminación", ya que se encuentran próximas a un barrio en el que viven 25 familias con 70 niños, y a 400 metros de una escuela a la que concurren 400 estudiantes. Por eso, se resolvió, en asamblea pública, cortar la ruta, en medio del pueblo, e impedir el paso hacia San Miguel de Tucumán y la capital catamarqueña.
La protesta se extenderá por tiempo indeterminado y el próximo lunes se trasladará a San Fernando del Valle. Los vecinos se organizaron por turnos y sólo dejan pasar ambulancias; a los chicos que concurren a las escuelas se los autoriza a cambiar de vehículos. Todo otro tipo de transporte está varado a ambos márgenes del corte.
"Lo más grave es el despropósito del funcionario de gobierno que autorizó la realización de los piletones al lado del barrio para guardar el concentrado del minelaroducto, que revienta a cada rato", denunció Javier Rodríguez Prado, integrante de la Red Nacional de Acción Ecologista (Renace) y de la Unión de Asamblea Ciudadana, que se encuentra en Aconquija acompañando este reclamo.
Hasta el momento, la minera lleva construidas tres piletas de 30 metros de diámetro y 6 metros de profundidad, pero los vecinos advierten que "hay sembradas varias más".
"Este es un pedido de auxilio, de socorro de una población que pide ayuda", sintetizó Rodríguez Prado.
Fuente: La Nación.