La adolescente aportó también datos sobre ritos de características satánicas, las violaciones a las que eran sometidos los niños y dio nuevos elementos que ahora deberán ser corroborados por los investigadores.
"El testimonio que nos aportó la niña es muy importante porque nos ayuda a profundizar en algunos lugares que no teníamos precisiones", señaló el fiscal Schmitd.
Fuentes judiciales señalaron a Télam hoy que "vamos a avanzar sobre los nuevos datos aportados y a partir de esto seguramente tendremos novedades en las próximas horas en cuanto al avance del esclarecimiento de lo ocurrido".
En tanto fuentes vinculadas a la investigación, indicaron que la menor, que también se dedicaba a la venta callejera en la ciudad de Mercedes, distante 175 kilómetros al sur de la capital provincial, ya había prestado declaración testimonial antes, pero en esta ocasión profundizó aún más sobre aspectos que tienen que ver con lo sucedido.
Ramón Ignacio González tenía doce años cuando apareció violado, torturado y decapitado hace diez meses, en el cruce entre las vías del ferrocarril y una calle cerca de la estación de trenes de la ciudad de Mercedes, 270 kilómetros al sudeste de la capital provincial.
Era uno de los dos hijos de una mujer que para sobrevivir se dedicaba a la prostitución y su cabeza fue hallada sin piel ni ojos a pocos metros de distancia, clavada sobre una estaca.(Télam).-