La salud del motorman en los momentos previos y posteriores a la tragedia parece haberse convertido en el nuevo eje de debate en el juicio oral, por lo cual Fustinoni declaró que según el resultado entregado por el laboratorio (CMF protocolo Nº7984) Córdoba poseía una TSH de 44,8 uUI/ml, siendo el rango de valor normal entre 0.25 a 5.
Además, padecía una leve anemia y un colesterol alto (de 276 mg%), elementos que según Fustinoni confirman el posible diagnóstico de "hipotiroidismo severo".
Según el neurólogo, el hipotiroidismo es un desbalanceo en el funcionamiento de la glándula tiroidea que, si no es
debidamente tratado, produce diversas manifestaciones de trastornos de conducta, entre ellas la bradispsiquia, trastornos de conciencia, epilepsia temporal, las denominadas ausencias, problemas cerebrales psíquicos (hiporeactividad) y el denominado "sueño blanco".
El hipotiroidismo es un desbalanceo en el funcionamiento de la glándula tiroidea que, si no es debidamente tratado, produce diversas manifestaciones de trastornos de conducta, entre ellas la bradispsiquia
En la audiencia se acreditó también que en la resonancia magnética de cerebro realizada a Córdoba por el CMF en la clínica Fleni se detectaron imágenes focales "hiperintensas en T2 y Flair a nivel subcortical bihemisféricas de características inespecíficas". Según consignó Fustinoni "Esto no es común en una persona joven de 25 años".
Asimismo, Fustinoni consignó que en las conclusiones del CMF del 30/8/12 de la evaluación por especialista en cardiología efectuada a Córdoba (el 21/6/12 se le realizó un ECG y un ecocardiograma), surgen "trastornos de repolarización ventricular inespecíficos y difusos. Derrame pericárdico posterior de grado leve sin repercusión hemodinámica".
El propio Córdoba ha declarado a los médicos que padecía hipotiroidismo desde un año antes del choque y que había sido medicado por ello, aunque no refirió si cumplía con el tratamiento, ni cual había sido la posología indicada para su caso, y tampoco por qué nunca informó que padecía de dicha enfermedad a los médicos laborales.
Fustinoni lamentó que en este caso no se hayan realizado estudios especializados como el Spect cerebral, ni PET cerebral, ambos para detectar problemas metabólicos del cerebro, ni el estudio sobre la ejecutividad del cerebro para analizar si padece alguna forma de disejecutividad.
En aquella oportunidad, los peritos intervinientes solo se limitaron a analizar si Córdoba padecía epilepsia en su forma habitual, pero no buscaron que pudo haberle pasado a Córdoba en los últimos 300 metros de conducción hasta que chocó contra el paragolpes en la estación de Once.
"Ello se debió a una instrucción específica del Juez Bonadio, que instruyó a los expertos médicos para que solamente evaluaran la existencia de epilepsia o no en el imputado, y no la eventual existencia de otras alteraciones neurológicas de la conducta", se quejó el abogado querellante Gregorio Dalbón.
Por la tragedia de Once son juzgadas 29 personas, entre ellas el motorman Marcos Antonio Córdoba, los ex secretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, el ex interventor de la CNRT Eduardo Sícaro, los hermanos Claudio y Mario Cirigliano y demás directivos del grupo empresario que tenía la concesión del ferrocarril Sarmiento.
Fuente: Télam