La jornada comenzó temprano. A las 10 ya se habían dispuesto a lo largo de la primera cuadra de la avenida Além los tablones para que cada grupo de estudiantes (se inscribieron 75 cursos), comenzara la ardua tarea de exprimir limones a mano. A cada chico se le entregó guantes, barbijo y una gorra descartable. Cada grupo también recibió un toldo para protegerse de la lluvia.
A medida que los concursantes se preparaban para la labor, los vecinos se amontonaban en las veredas para darles todo el apoyo necesario. El clima de fiesta iba en aumento. "Esto me hace acordar a las mejores épocas del ferrocarril, cuando las familias enteras colmaban la avenida cada vez que había algún acontecimiento importante", señaló María Rosa Rodríguez, de 68 años. A su lado su nieta Lucía, de 16, mostraba los atuendos que le habían dado para exprimir los limones. "Nos anotamos la semana pasada porque nos sedujo la idea de batir un récord y de paso ganar un viaje", señaló la adolescente que estudia en el Colegio Nacional General San Martín.
Bromas y música
En los mesones, en tanto, el ritmo de trabajo era frenético. "No se ni cuántos limones vamos exprimiendo, pero desde que comenzamos ya extrajimos ocho bidones de jugo", señaló Florencia, de 15 años, alumna del Colegio Comercial. A su lado, sus compañeros hacían bromas mientras escuchaban a Lady Gaga en un celular. Nadie quiso perderse el esfuerzo de los chicos, y por eso los familiares les acercaban bebidas y comida a medida que ellos "se ensañaban" con los exprimidores manuales que cada uno tenía.
La fiesta fue animada por el actor y conductor de TV CattoEmmerich, que desde el gran escenario montado en las escalinatas de la vieja Estación arengaba a los jóvenes para romper el récord impuesto por Estados Unidos. Finalmente a las 12.15 Emmerich anunció: "¡felicidades taficeños! Ya son dueños de la limonada más grande del mundo. Se ha superado la marca de los 5.500 litros". Y el público estalló en una cerrada ovación. La limonada, que se colocó en un gran contenedor amarillo, fue luego degustada por las autoridades y parte del público; a pesar de que Bromatología había desaconsejado su consumo porque durante el certamen detectó que algunos chicos no usaban ni guantes ni barbijos.
Premiados
Durante la fiesta se anunció que el grupo de estudiantes que más litros exprimió (16), pertenece al 5o año del Colegio Nuestra Señora de la Consolación, que se hicieron acreedores de un viaje a Chapadmalal.
"Estamos felices porque pudimos realizar una fiesta que unió los esfuerzos de varios sectores, incluyendo el empresarial. Y para el próximo año vamos a ir por más", señaló eufórico el intendente Javier Pucharras.
A las 14 la gente comenzó a dejar la avenida, y la fiesta terminó con esta certidumbre: la sensación de que Tafí Viejo tiene para dar mucho más que paisajes verdes y un pasado glorioso vinculado sobre todo al ferrocarril. Hoy la ciudad es sinónimo de limón.
Fuente: lagaceta.com.ar
