El título de la exposición, según sus organizadores, es una clara alusión al posicionamiento político de Weiwei y su interés por la tradición cultural china, que resignifica en sus obras, sobre todo en las de cerámica, y en las que toma fuerza para denunciar la realidad actual de su país.
En la presentación a la prensa, Weiwei, a través de un video agradeció a la organización su primera exposición en un museo español y se lamentó de que no le esté permitido "ir a compartir esta experiencia con vosotros", a la vez que se ha mostrado seguro de que los visitantes se divertirán y "lo pasarán bien".
La muestra ocupa media docena de salas, todas ellas del recinto histórico de la Cartuja, y se abre en la misma Capilla de Colón, el primer enterramiento del almirante en Sevilla.
La práctica totalidad del suelo de la capilla, de mármol blanco, ha suido cubierta de pipas de girasol hechas en porcelana y pintadas posteriormente, de un realismo pleno.
"Pipas de girasol 2010" es una de sus obras más conocidas, en las que el artista incide en su obsesión entre lo verdadero y lo falso -"en cuanto se ven las pipas dan ganas de comérselas", ha exclamado en la presentación una de las comisarias de la muestra, Luisa Espino-, y que también entraña una crítica al régimen chino.
La pieza mayor de la muestra es la denominada "Luz bajando", otra metáfora sobre la situación política y moral de su país y del Gobierno chino, ya que es una lámpara gigantesca literalmente por los suelos, informa la agencia Efe.
Esta enorme lámpara, integrada por múltiples piezas, cuenta con miles de pequeñas cuentas de cristal, ocupa, en la antigua iglesia del monasterio, un espacio de 396 centímetros de ancho por 457 de alto y por 681 de largo, y para su montaje quince técnicos han tenido que trabajar durante dos semanas.
Otra de las piezas es un "pilar" de cerámica de color azul oscuro de dos metros y medio de altura por casi uno de diámetro, cilíndrico, y de una tonelada de peso, y otra, "Vasijas coloreadas", es una instalación integrada, en efecto, por 16 vajillas de formas tradicionales y coloreadas.
Una instalación integrada por doce pantallas de televisión muestra videocreaciones que reflejan la tarea artística de Weiwei, así como su taller -dos veces destruido por el Gobierno chino-, las entrevistas que le hacen periodistas de todo el mundo, sus mascotas o sus aficiones gastronómicas.
Fuente: Télam