Aseguró que Andalgalá necesita que alguien con poder y autoridad, como la Iglesia, para que defienda la vida y aseveró que la minería derrocha, contamina el agua, enferma y mata a los pueblos en beneficio del poder económico y político.
Manifestó que le llegó la información de que está todo armado en lo que respecta a la mesa de diálogo que es presidida por Miani y que espera que no sea así ya que el Obispo se tiene que preocupar por la gente.