Saseta explicó que los aportes nacionales posibilitarán, entre otros aspectos, avanzar en el pliego licitatorio previsto, en principio para el 18 de febrero, con el cual se apuntará a la puesta del valor de El Shincal, preferentemente en trabajos vinculados a la recepción de turistas, capacitación del recurso humano, entre otros aspectos.
“La Gobernadora Corpacci se ha mostrado satisfecha con las novedades y renovó su compromiso de llevar adelante la recuperación de este sitio arqueológico, más aún con el apoyo concreto del Gobierno central”, explicó la funcionaria.
Además, la titular de la Secretaría de Cultura, área de donde depende la jurisdicción de los sitios arqueológicos, valoró el trabajo interdisciplinario que están realizando diferentes áreas del gobierno provincial, en el marco del proyecto de recuperación del mencionado sitio arqueológico, ente los que se encuentra la Secretaría de Turismo, el Ministerio de Obras de Públicas, el municipio de Londres, entre otros.
Por su parte, el intendente Santillán destacó el impacto que este proyecto tendrá en su comuna, principalmente en lo referente a mano de obra y capacitación de recursos humanos. “Hay un compromiso de la Gobernadora de rescatar al Shincal, y eso beneficiará a nuestro municipio. Se van a crear fuentes de trabajo, además de capacitar en idiomas a la gente que tendrá la responsabilidad de atender a los visitantes y turistas en el complejo”, señaló al tiempo que aseguró que “la idea es que el Shincal sea el centro turístico del oeste catamarqueño, con una fuerte revalorización de la arqueología catamarqueña”. Cabe mencionar, que el proyecto global prevé integrarse a otros centros de características turísticas, como lo es el Camino Vial Andino que se ejecutará en la jurisdicción de Aconquija.
El Shincal se ubica en el departamento de Belén, a seis kilómetros al noroeste de la ciudad de Londres, y representa uno de los sitios provinciales incaicos más importantes de todo el Tawantinsuyu. Se trata de tres pequeñas lomas aisladas con construcciones en sus faldas. La parte principal de las ruinas consta de una serie de recintos rectangulares cuyas paredes de piedra alcanzan más de dos metros de altura. El sitio fue planificado no sólo como una capital político-administrativa, sino también como un centro ceremonial.
El Shincal preserva no sólo las ruinas arqueológicas incaicas sino un verdadero jardín botánico de especies autóctonas y fauna. El conocimiento y la comprensión de los orígenes de las distintas sociedades que lo habitaron revisten una importancia fundamental para toda la humanidad.
