El primer trago fue para el jefe de gobierno de Baviera, el conservador Horst Seehofer, mientras 12 salvas de cañón abrían el macroevento, señaló un despacho de la agencia DPA.
A continuación, toda la multitud, ataviada con trajes regionales bávaros, se trasladó al recinto en el Prado de Teresa, donde se celebra el festival.
Como se viene haciendo desde 1810, partió en uno de los mayores desfiles de este tipo en el mundo, que comenzó en el palacio Maximilianeum, en el centro de la ciudad.
Hasta el tres de octubre, la Oktoberfest contará unos seis millones de visitantes que acudirán al recinto ferial a beber cerveza, comer un "Brezel", escuchar música popular o disfrutar de alguno de los numerosos espectáculos históricos y de folklore bávaro.
Fuente: 26noticias.com.ar