Jorge al ser consultado sobre los productos que trajeron para comercializar contó, “hemos traído productos de cestería que es de carandilo que es un brote de una palmera que se hace hebra y con otra se va cociendo y se hacen los cestos y todo el trabajo de cestería, el resto es chaguar una planta que crece en zonas húmedas, se saca la hoja se saca la cutícula y queda la fibra, después es por rotación pierna y mano para realizar el hilado después se toma de los extremos y se hace el grosor del hilo y depende del volumen se teje con aguja con telar o cocido” .
Explicó que quienes realizan el trabajo son grupos familiares quienes son aborígenes dentro de la geografía del centro norte de Formosa, al oeste colinda con Salta y Chaco, y parte de Bolivia, comunidades integradas por Wichis, Toba y Pilaga son con quienes se comercializan, los que están organizados en sub grupos hace diez años.
“Hemos comenzado desde abajo recuperando la cultura del trabajo de personas que conocían de la materia pero no trabajan, entonces mucha gente se intereso y comenzó a trabajar, hay quienes no saben hilar o tejer entonces se ocupan de buscar la materia prima tierra dentro, traen chaguar y carandilo, otros hilan, tejen tiñen y así van organizándose y conociendo la tarea”.
Agregó, “parece fácil pero no lo es sobre todo porque estas comunidades están muy lejos de sus cabeceras y hay que recorrer mucho campo, nosotros lo que están en la organización conocen que se comenzó muy de abajo, y esto sirve para cientos de familias que viven de la artesanía”.
También presento a Lucía una aborigen que acompaña y explica el trabajo que realiza, la artesana es tejedora y llega a la provincia para conocer las tendencias en colores para poder transmitir nuevas ideas a las demás tejedoras.
En este año las artesanías wichi, Pilaga y Toba son expuestas por tercera vez a la cestería y tejido agregaron este año chalecos, cintos, adornos, collares y otros objetos llamativos y novedosos que se pueden conocer y adquirir en el pabellón de artesanos, stand 40.