La principal pista de los investigadores sobre el choque en la localidad de Granges-près-Marnand, es que el tren que partió de Payerne y se dirigía a Lausana debió esperar que pasara una formación que iba en dirección contraria y no lo hizo, informó la fiscalía, según la agencia alemana DPA.
"Antes de salir de la estación de Granges-près-Marnand, donde se había detenido como estaba previsto, el tren debió haber esperado el paso de otro tren que se dirigía de Lausana a Payerne sin parada en esa estación", precisaron fuentes de la fiscalía.
A pesar de la frenada, el choque fue tan grande que la locomotora del otro conductor quedó aplastada.
Hoy quedaban tres heridos en el hospital, entre ellos un niño cuya vida no corre peligro.
El responsable de la empresa de ferrocarriles suiza SBB, Andreas Mayer, dijo que el sistema de seguridad y el que emite las señales funcionó.
Independientemente del accidente, el empresario anunció que se implantará un sistema de seguridad en el que el tren frenará automáticamente si se salta una señal.
Fuente: Télam