Para estudiar los más diminutos fragmentos del cosmos, el instrumento más grande del mundo ya se convirtió en el lugar más frío del universo conocido: "Se inyectaron 10.000 toneladas de helio líquido para llevar 1600 imanes superconductores a unos grados por encima del cero absoluto, es decir a -270°C" -explica Dova-. Y eso, a lo largo de 27 km. La tecnología es tan impresionante que hubo que calcular que con el frío el material se iba a contraer hasta nueve metros. No es apretar un botón y listo."
Y enseguida agrega: "Estamos preparando lo que llamamos «el camino del descubrimiento», porque los hallazgos van a llevar muchos meses y años de trabajo".
El LHC está diseñado para hacer chocar (colisionar) dos haces de protones (partículas que integran el núcleo atómico) que rotan en sentido contrario a velocidades cercanas a la de la luz. Los haces se mueven en el vacío dentro de un gigantesco anillo enterrado a cien metros de profundidad, en promedio, guiados por imanes superconductores, es decir, que no ofrecen resistencia al paso de la corriente eléctrica. Las colisiones se producen dentro de los cuatro principales experimentos del LHC.
Los científicos ya comenzaron a hacer circular haces de protones de prueba y, si todo sigue como está previsto, el 10 de septiembre será la inauguración oficial de las operaciones.(Telam)