Bergoglio definió en duros término a la ciudad durante la misa que encabezó en la Catedral metropolitana, colmada por familiares y amigos de las víctimas y sobrevivientes de la tragedia ocurrida el 30 de diciembre de 2004.
Esa noche, apenas iniciado el recital del grupo Callejeros en la discoteca de Bartolomé Mitre y Jean Jaurés, al lado de la estación de trenes de Once, una bengala lanzada dentro del local encendió la mediasombra que pendía del techo y generó una humareda tóxica que mató por asfixia a muchos de los espectadores, en su gran mayoría jóvenes.
Fuente: Minutouno.com