Catamarca
Viernes 26 de Abril de 2024
Buscar:

Boido: "Sabía que la literatura es una voz"

Pablo E. Chacón

En "El último joven", el escritor y periodista Juan Ignacio Boido consigue alcanzar una intimidad difícil de escuchar en el ruido de las publicaciones en serie, con un tono despojado y una temática extemporánea a cualquier planteo generacional.
El libro, publicado por Seix Barral, reúne cinco textos atravesados por el hilo conductor de la iniciación o la pérdida de la juventud.
Boido nació en Buenos Aires en 1975; es editor de Radar, suplemento cultural de Página/12 desde 2002. Empezó publicando crónicas en la revista Página/30 y es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Este es el diálogo que sostuvo con Télam:
- T: En el título, ¿pensaste en un modo específico de atravesar la juventud en relación a cierta unidad de los cuentos?
- B: Las dos cosas: el libro es sobre una manera de atravesar la juventud y el título busca darle una unidad a los cuentos. El título sale de una frase que está en el libro. Es una escena en la que el protagonista deja de ser espectador para volverse parte del mundo.

Una escena iniciática: a la vida, al mundo adulto, al pasado, a la literatura. El libro es sobre el fin de la juventud. O mejor, de cómo la abandonamos, qué nos llevamos de la inocencia y qué de la experiencia.

Como tema, atraviesa a varias generaciones. Los jóvenes fueron uno de los protagonistas principales del siglo XX, y cada época tiene su propia manera de ser joven, de dejar de ser espectadores y pasar a ser parte del mundo. Pero nunca pretendí hacer un libro generacional. En todo caso, es sobre mi manera de dejar la juventud. Me gusta pensar que, los cuentos son cicatrices.

- T: A partir del cuento de Teddy Hernandez, la atmósfera se vuelve iniciática (en un sentido existencial).
- B: Creo que la juventud termina en el momento en que uno se pregunta por ella. Y escribir, de alguna manera, es preguntarse, y es tratar de responderse. Yo me preguntaba: ¿cómo se hace para decir algo sincero, cómo ofrecer una mirada del mundo sin imposturas? ¿Cómo escribir cuando somos tan conscientes de la tradición a nuestras espaldas, habiendo ya casi una industria de la vanguardia?
Lo único que sabía es que la literatura es una voz. Porque si uno prescinde de todo, lo que queda es una voz, y ésa, para mí, es la voz de una conciencia. Esa voz, la de su conciencia, en ese mundo cargado de ecos sociales y políticos de los 90, es la que busca el protagonista del cuento. Para él, encontrar la voz es encontrar el tema, porque el tema irremediablemente es una visión del mundo.

- T: Cuando hablo de una atmósfera iniciática, también me refiero a cierto aire extemporáneo. ¿Eso fue deliberado?
- Me parece que nadie escapa a su época. Es impresionante que hoy en día haya una tradición de ser joven: los vanguardistas, los poetas, los beatniks, el rock, el hippismo, la guerrilla, el punk… Pero ese despojamiento no fue deliberado: el libro ni intenta ser "de esta época" ni intenta esquivarla. El libro no tiene "intenciones": traté de escribir lo más honestamente posible. Creo que una década dirigiendo Radar ya me da mi cuota de polémicas, querellas o confrontaciones.

Me gusta la literatura que busca otro tipo de diálogos. Y el libro intenta dialogar con la tradición de la literatura argentina.

- T: El amor es un tópico que atraviesa el volumen. Y la contingencia de su pérdida. ¿Por qué creés que casi no se escriben novelas que traten ese tópico?
- B: No sé. Podría decir que en los últimos años, la realidad política ocupó el centro de atención. Pero también podría decir que también la ocupaba cuando Cortázar escribió "Rayuela", Sabato "Sobre héroes y tumbas" o Borges "Emma Zunz". Yo encontré en Fogwill un modo de escribir y de hablar de la intimidad en un país donde la vida está atravesada por la historia y la política. Pero los motivos por los que cada uno escribe son misteriosos y personales. La literatura es una herida relacionada con la soledad. Y el amor, sus lados oscuros o amargos, sus desengaños, debe ser el epítome de esa sensación de soledad, lo que más solos nos puede llegar a hacer sentir con excepción de la muerte.-

Fuente: Télam

(Se ha leido 394 veces.)

Se permite la reproducción de esta noticia, citando la fuente http://www.diarioc.com.ar

Compartir en Facebook

Sitemap | Cartas al Director | Turismo Catamarca | Contacto | Tel. (03833) 15 697034 | www.diarioc.com.ar 2002-2024