Este tipo de situaciones producen un enorme peligro para las personas que concurren al lugar, afectando mayormente a los niños.
Personal municipal también clausuró una distribuidora, domiciliada en la calle Zurita esquina pasaje San Lorenzo, con motivo de no presentar el certificado habilitante que autorice su actividad.
Por otra parte impidieron el ingreso de los inspectores para realizar el control higiénico y la verificación de la documentación que acredite la procedencia de los productos de origen animal que se almacena en dicho local.