Bryce Echenique se convirtió en un autor célebre con su primera obra, "Un mundo para Julius", que irrumpió como un clásico latinoamericano en la misma línea de lo que significó "La región más transparente" para el mexicano Carlos Fuentes y "La ciudad y los perros" para el también peruano Mario Vargas Llosa.
"El huerto de mi amada", galardonada con el Premio Planeta 2002, podría calificarse como una historia divertida en la que, pese a su abusado formalismo o quizá gracias a él, frases envolventes como remolinos van desplegando una trama inverosímil dentro de un mundo perfectamente creíble, aquel que se remonta a la Lima de los años 50 cuyas leyes persisten hasta hoy, y donde la lucha por el ascenso social conserva todo su vigor. (Télam)