Catamarca
Viernes 26 de Abril de 2024
Buscar:

Caminar y nadar son las dos mejores maneras de escribir que conozco

En Los viernes, el escritor y traductor Juan Forn recopila en un primer tomo de los tres que compondrán el total, las contratapas que publica todos los viernes, puntualmente, en el diario Página/12: máquinas de relojería que cruzan la historia, la pasión por la lectura y el rigor macerado bajo el sol o en el mar de la costa atlántica.
En el libro, publicado por el sello Emecé, de la editorial Planeta, reaparecen William Faulkner, Vasco Pratolini, Ana Ajmátova y una serie de escritores o artistas, protagonistas de alguna historia por lo menos imperecedera.

Forn nació en Buenos Aires en 1959. Fue editor en Emecé y en Planeta. Publicó, entre otros libros, Nadar de noche, Corazones cautivos más arriba, Puras mantiras, Frivolidad, La tierra elegida, María Domecq y Ningún hombre es una isla.
Esta es la conversación que sostuvo con Télam.

T : ¿Por qué tardaste en decidir ser escritor? ¿Qué cosas te hicieron optar por este oficio?
JF : No tardé tanto: desde los diecisiete publiqué poemas, a los veintiuno hacía una revista literaria. Tardé en llegar a la ficción: recién a los veintidós me cayó la ficha de que lo mío no era la poesía, era contar historias, y a los veintisiete publiqué mi primera novela.

T : ¿Creés que hay lugar en los diarios para las historias?
F : Sí, siempre hubo. Fíjense, si no, en el caso de Felix Feneon, el francés que escribía sus novelas de tres renglones en un diario de París. Por suerte, todavía hay Feneones anónimos por ahí.

T : Y en la producción literaria actual ¿hay buenas historias?
F : Sospecho que estoy un poco viejo, porque veo más buenas historias en el pasado que en el presente. Pero no me alarma: soy de los que piensan que tenemos todo el pasado por delante, como dijo Borges. En realidad no pienso cronológicamente: si estoy leyendo algo, aunque sea de otra época, me habla de ésta, irremediablemente.

T : ¿Qué relación definís entre el periodismo y la literatura?
F : Yo siempre practiqué el periodismo como un camuflaje para hacer literatura. Pero también hay periodistas en serio. (Horacio) Verbitsky me parece un periodista del carajo.

T : El marketing, ¿sigue ganando terreno en lo literario?
F : El marketing sigue ganando terreno en todos los terrenos. Pregúntense si no qué modelo de celular tienen, por citar sólo un ejemplo entre mil. En nuestro caso yo diferenciaría entre lo editorial y lo literario: en lo editorial el marketing reina. Por suerte lo literario tiene buenos anticuerpos de defensa para esa banalización. La pelota no se mancha, diría Maradona.

T : ¿Seguís caminando por el playa como en tus primeros tiempos en Gesell?
F : Sí, camino siempre. Caminar y nadar son las dos mejores maneras que conozco de escribir.

T : ¿Muchos escritores eligen el mar? ¿Por qué?
F : Los demás no sé. Yo por lo que dije en la respuesta anterior.

T : ¿Qué diversidad es la que encontraste en Gesell? ¿Qué aporta esa diversidad a tu escritura?
F : En Buenos Aires vivía en un ambiente más endogámico: aunque era, a grandes rasgos, la bohemia, todos éramos más o menos parecidos. Acá tengo amigos más disímiles, cosa de lo más saludable para mantener la cabeza abierta. O, por lo menos, para sacar un poco la cabeza afuera del balde.

T : ¿Qué extrañás de la ciudad?
F : A mi adorada María Gainza, cuando ella está allá y yo acá.

T : ¿Le dedicás más tiempo a la lectura o a la escritura?
F : Leo más de lo que escribo. Leo todo el tiempo, básicamente. Me gusta con locura leer. Me abre la cabeza, me lleva de viaje, me sumerge en el mundo. Escribir, al menos en mi caso, es una consecuencia de ese trip.

T : ¿Tenés pausas? ¿Cómo son?
F : Me gusta nadar, me gusta caminar por la playa, me gusta ver películas, me gusta estar con la gente que quiero.

T : ¿Cuánto mal le puede hacer la literatura del yo a la literatura?
F : Toda la literatura es literatura del yo. Por supuesto, hay de la buena y de la mala. La buena es fácil de discernir: es aquélla en que la palabra yo abarca mucho más que al autor.

T : ¿Es solitario el oficio del escritor? ¿Cómo te llevas con eso?
F : Escribo las contratapas, que es mi manera de compartir el oficio de leer con otros que leen. El momento más lindo de la literatura es ese momento en que terminaste un libro que te gustó mucho. Uno de los pocos déficits que tiene la lectura es que cuando uno termina un libro que le gusta, todo lo que siente adentro queda ahí, y se va disolviendo antes de encontrar cómo compartirlo. Ése es más o menos el espíritu con que he encarado las contratapas todos estos años: tratando de que el envión de la lectura se unifique todo lo posible con el acto de escritura. Leer, caminar, nadar, escribir, en una misma frecuencia, semana tras semana.

Fuente: Télam

(Se ha leido 246 veces.)

Se permite la reproducción de esta noticia, citando la fuente http://www.diarioc.com.ar

Compartir en Facebook

Sitemap | Cartas al Director | Turismo Catamarca | Contacto | Tel. (03833) 15 697034 | www.diarioc.com.ar 2002-2024