El fisiólogo siempre fue recordado el 21 de septiembre, día de su muerte, pero este año casi no hubo ceremonia para evocarlo. Probablemente, en vista del doble cierre, nadie quiso correr el riesgo de que se recordara a la par el detalle de los museos desactivados.
La Casa Museo de Viamonte al 2.700 fue cerrada al quedarse sin patrocinador y la muestra que existe en el Museo Houssay de la Facultad de Medicina, en Paraguay y Junín, no está habilitada debido a "un inventario".
Sin embargo, las autoridades anunciaron que antes del 10 de diciembre, fecha en que se celebra su obtención del Premio Nobel, otra empresa patrocinará la Casa Museo y que entonces, los 55.000 archivos que posee, podrán volver a ser revisados por los estudiosos.
El secretario general de la Facultad de Medicina, Alfredo Conloncarica, explicó a Télam que "la Casa Museo de la calle Viamonte fue cerrada al retirarse como patrocinador el Centro Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA)".
Si bien la camára de laboratorios "pagaba sueldos y servicios" el lugar pertenece a la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Fecic), a la que los hijos de Houssay le donaron el lugar cuando falleció su padre, ya que se trata de la casa que habitó en sus últimos años el científico.
La museóloga Amalia Frontini, una de las máximas especialistas en la vida del primer Nobel argentino, explicó que "en la Casa Museo se guardan objetos de Houssay, su biblioteca, sus trajes, condecoraciones y diplomas, además de sus manuscritos".
En la vieja casona de estilo neoclásico francés, ubicada a siete cuadras de la facultad, hay "127 diplomas y certificados de Houssay, 18 togas de Doctor Honoris Causa y 286 medallas y condecoraciones, una acumulación que no es muy frecuente en sólo una persona", contó Frontini.
"Pero lo más importante son los 55.000 archivos que guarda y que son consultados a diario por académicos, científicos y estudiantes para elaborar sus trabajos con los manuscritos de Houssay y de cientos de científicos latinoamericanos", agregó.
Frontini es además la curadora del Museo Houssay de Historia de la Ciencia y la Tecnología, de la Facultad de Medicina, cerrado por "inventario", en el que según explicó "se exhiben los instrumentos que usó el Nobel, además de miles de equipos que fueron de otros científicos".
Edmundo Hashkar, profesor consulto de la facultad e impulsor del museo de la alta casa de estudios, relató que el mismo contiene desde "materiales que se daban de baja y que guardamos, hasta lo que se compró a Alemania y Francia en 1880".
"Aquí se guardan todos los equipos del positivismo argentino y europeo, pero no está abierto al público sino sólo para los estudiantes de una cátedra", se lamentó.
Hashkar sueña con realizar "el Museo de Ciencia y Tecnología de la Nación, sin que ningún objeto pierda la identidad patrimonial de la persona o el organismo que lo tenía".
El Museo Houssay depende del departamento de Humanidades Médicas y "debe abrirse para la gente", sentenció el investigador.
El primer Nobel, nacido en 1887, se caracterizó por aplicar el método experimental en el desarrollo de la ciencia en Latinoamérica, por lo que juntó materiales de varias partes del subcontinente y así obtuvo el reconocimiento de varios países.
Bernardo Alberto Houssay fue un niño prodigio que terminó el secundario a los 13 años y que entró a la entonces Facultad de Ciencias Médicas para recibirse como farmacéutico a los 17.
"A los 22 años y pese a que hizo el servicio militar, Houssay se recibió de médico y su tesis sobre endocrinología se distribuyó a varios países, por lo que ya de muy joven fue famoso", remarcó Frontini.
Después, el científico dejó el consultorio y profundizó los estudios sobre las glándulas del riñón que le valieron en 1947 el Premio Nobel. (Télam)
