En tanto, en Ciudad de Buenos Aires, habrá festejos en el barrio chino en Belgrano, donde la comunidad oriental celebrará todo el fin de semana.
Un cuento popular narra la historia de un monstruo que a finales de año bajaba de las montañas y devoraba a los campesinos, hasta que un niño lo espantó para siempre con pequeñas explosiones de pólvora y creó la costumbre de despedir el año con petardos.
Sea como fuere, los "binpao" (petardos) darán hoy la bienvenida al año del "tigre" y despedirán al "buey", y miles de toneladas de restos de cohetes cubrirán las calles de las ciudades y pueblos al finalizar la noche.
La bienvenida al Año Nuevo es una de las fiestas más importantes en el país asiático y por ello millones de personas se desplazan de un lado a otro para encontrase con sus seres queridos, en el mayor éxodo festivo del mundo.
En Pekín, las autoridades trabajan desde hace meses para que reinen unas estrictas medidas de seguridad en la capital, no haya accidentes graves y los habitantes puedan disfrutar sin peligro de la noche festiva.
"Controlamos el comercio de los petardos ilegales. Hay inspecciones prácticamente diarias", explicó a Efe Ma Li, jefe del Departamento de Petardos y Fuegos Artificiales de la Policía de Pekín.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, en 2009, en tan sólo siete días de celebraciones murieron 93 personas a causa de los incendios que además provocaron pérdidas económicas por valor de 932.919 dólares.
El uso de los petardos levantan grandes pasiones en esta sociedad, y a pesar de las prohibiciones y el aumento de la vigilancia son muchos los que utilizan de forma ilegal los fuegos artificiales, inventados por los propios chinos hace más de 2.000 años.
Fuente: minutouno.com.ar