Septiembre es designado Mes de la Biblia porque el día 26 septiembre de 1569 se terminó de imprimir totalmente la Biblia en español, traducida por Casiodoro de Reina. En esa oportunidad salieron 260 ejemplares en Basilea, Suiza. De modo que este año se cumplirán 443 años de aquel importante acontecimiento. Asimismo, el 30 de este mes se celebra a San Jerónimo, uno de los cuatro Doctores originales de la Iglesia Latina, traductor de la Biblia al latín y Padre de las ciencias bíblicas.
Durante todo el mes, la Pastoral Bíblica concretó variadas actividades, animadas por el deseo de difundir el conocimiento de la Sagrada Escritura en clave de Misión Diocesana Permanente.
Es oportuno destacar que la Palabra de Dios, propicia “el encuentro y la comunión con Cristo”, por lo que es recomendable su asidua lectura, que ayudará a celebrar más profundamente el Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI, quien nos exhorta a “redescubrirla integralmente y en todo su esplendor”, teniendo en cuenta que “también en nuestros días la fe es un don que hay que volver a descubrir, cultivar y testimoniar”.