Catamarca
Jueves 25 de Abril de 2024
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Collantes solicito se informe sobre el funcionamiento del Senasa en Catamarca

El diputado nacional Genaro Collantes requirió al Poder Ejecutivo Nacional que, a través de los organismos correspondientes, informe sobre los motivos que provocaron la restricción presupuestaria en equipamiento y recursos humanos, en la delegación Senasa de Catamarca.
(DIARIOC, 19/10/2008) El pedido fue formulado por el legislador nacional a través de un proyecto de resolución que fue girado a la Comisión de Agricultura y Ganadería de la cámara baja nacional.
Collantes sostiene en su presentación que el desmantelamiento de los organismos públicos nacionales distribuidos en las provincias forma parte de las preocupaciones de los ciudadanos que pagan sus impuestos y pretenden la asistencia estatal para apoyar sus iniciativas. Tal es el caso de los productores agropecuarios y pequeños agricultores de la provincia de Catamarca, los que hoy no pueden contar con la debida ayuda del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Indica, seguidamente, que esta histórica repartición, mientras Catamarca contó con una oficina con facultades autónomas, fue un organismo dinámico al servicio de la producción de la gente de campo. Sin embargo, a partir del 2 de marzo de 2007, mediante la resolución 112 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, se produce un cambio en su encuadramiento. En el mencionado marco legal, se establece a San Miguel de Tucumán el lugar donde tendrá sede la región "NOA SUR", la que contempla como área de influencia a las provincias de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero.
"Y aquí se producen los primeros trastornos en la calidad del servicio. Días pasados, una investigación periodística de diario El Ancasti (edición del 8 de octubre pasado), informa que ´hace unos años atrás el Senasa era responsable del Plan Nacional que combatía las langostas en el país, actualmente no cuenta con los elementos necesarios para aniquilar la plaga que comenzó a atacar los olivos en Catamarca´. Según se pudo constatar, ´esta nueva realidad (se refiere a la Regionalización del SENASA) originó dificultades dentro del organismo que actualmente cuenta con menos de 15 empleados, dos camiones dañados, maquinaria obsoleta, y en los últimos meses se quedó sin insumos necesarios para ejercer las funciones básicas que implementaba en conjunto con la provincia o directamente con los productores. ´
Observa posteriormente que una de las consecuencias de esta realidad actual del SENASA como mero organismo de asesoramiento en Catamarca, es el resentimiento del plan para el combate de las langostas, plaga que está afectando a nuestra producción de olivos, una de las líderes del sector agropecuario en la provincia y en el país con volúmenes crecientes para el consumo interno y la exportación. La respuesta encontrada por el medio periodístico es contundente: el SENASA en Catamarca no cuenta con los elementos necesarios para aniquilar la plaga, sin insumos ni maquinarias y con escaso personal.
Entre los fundamentos que acompañan al proyecto, Collantes también acota que el origen de esta realidad, que se evidencia en los resultados actuales de la actividad del SENASA en Catamarca, tiene que ver con un nuevo "Modelo de Asignación de Recursos Presupuestarios a los Centros Regionales", documento oficial al que tuvimos acceso y que explica la situación preocupante del organismo en nuestra provincia. El trabajo elaborado por técnicos especializados se ha basado por lo menos en indicadores desactualizados y por lo tanto, tienen como consecuencia una incorrecta planificación de recursos para cada provincia. El objetivo del documento oficial defiende a la Regionalización como un "modelo que intenta ser una respuesta a los problemas de planificación financiera derivados del proceso de descentralización actual". En tal sentido, consigna que "la puesta en marcha del proceso de Regionalización Institucional, que implica una transferencia de responsabilidades y su correspondiente capacidad de decisión hacia el interior del país, obliga a replantear las bases del régimen de asignación presupuestaria vigente".
A continuación, el documento que sirve de justificación al actual esquema de Regionalización, explica que "el interés reside en determinar las necesidades de cada una de las Regiones -mediante la utilización de distintos tipos de indicadores-, a fin de promover la coherencia entre fines y medios, y contribuir a optimizar el uso de los recursos disponibles". Inclusive arriesga que "si bien los problemas y medios que se conjugan en un proceso de estas características son muchos y de índole muy diversa, se centra la atención en la definición de un esquema de asignación que permita dotar a los Centros Regionales de los recursos necesarios para un eficaz funcionamiento". Y finalmente, postula: "No es posible pensar a la descentralización en marcha como una política neutra, sino que debe ser entendida como un proceso mediante el cual se busca asegurar la articulación entre un proyecto federal y la acción local, permitiendo a las regiones establecer su autonomía relativa en las decisiones operativas". Nos permitimos polemizar con el contenido del modelo de regionalización puesto en marcha en el país, ya que en Catamarca se produce un claro ejemplo donde no se produce una "coherencia entre fines y medios", y evidentemente no contribuye a "optimizar el uso de los recursos disponibles".
El legislador postula que justamente las declamaciones del programa son absolutamente compartibles desde el punto de los enunciados, pero los problemas surgen en la puesta en práctica del proyecto. Tal vez la iniciativa haya naufragado en Catamarca por la inconsistencia de la base estadística utilizada para fijar los indicadores de recursos presupuestarios y de personal que necesita la repartición para cumplir con sus objetivos. Por ejemplo, el anexo estadístico del documento "Asignación de recursos presupuestarios a los centros regionales", ubica a Catamarca en desventaja con respecto a las provincias que integración la región y el país en general. Y esto obedece, a la antigüedad de algunas estadísticas utilizadas como indicadores. Justamente la asignación de presupuestos depende por ejemplo de indicadores generales como la cantidad de población y la cantidad de explotaciones agropecuarias por provincia.
Asimismo menciona que en el anexo del trabajo mencionado, se establece que la población de Catamarca corresponde a los resultados del Censo 2001, mientras que los datos de las explotaciones agropecuarias se basan en el Censo Nacional Agropecuario del año 2002. Hay que traer a cuenta que nuestra provincia ha evolucionado en ambos sentidos ya que justamente el crecimiento exponencial de la producción agropecuaria, especialmente la ligada a la actividad olivícola, ha generado movimientos poblacionales y un incremento de volumen productivo.
Además sostiene que cuando se dice que Catamarca recibirá recursos para asistir a 30.217,2 metros cuadrados de superficies cultivadas con cereales para grano (apenas el 0,30% de todo el país), se está ignorando el crecimiento de la superficie cultivada con cereales para grano entre el 2002 (fecha del Censo) y la actualidad. "Es decir –remarca- que cambió la fisonomía agropecuaria de Catamarca pero el servicio del SENASA se redujo en su potencialidad. Hay indicadores del SENASA en Catamarca francamente preocupantes, de acuerdo a los Indicadores Institucionales a los que tuvimos acceso. Los montos de las acciones previstas por Provincia en la Dirección Nacional de Protección Vegetal previstos para Catamarca en el 2008 ascienden apenas a 382.946 pesos, mucho menor por ejemplo al presupuesto de La Rioja, con una superficie y explotaciones agropecuarias parecidas, que suma 408.091 pesos para el presente año. Un dato más: el propio Senasa reconoce en Catamarca la existencia de 13 empleados para atender la creciente demanda del sector agropecuario, la que, gracias a políticas conjuntas del sector público y el sector privado, ha cobrado nueva fuerza en la provincia. Nos encontramos, claramente, ante un "cuello de botella" de los recursos públicos en el denominado NOA Sur, donde la provincia de Tucumán, al ser sede de la región seguramente concentra los mayores beneficios para atender sus demandas, las que no objetamos porque serán absolutamente legítimas como las de nuestros productores.
Y concluye señalando Collantes: "Lo que si planteamos es una revisión urgente del plan de regionalización de este organismo tan señero para el hombre de campo como es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, y en el caso específico de Catamarca, es necesaria una explicación de la situación presupuestaria y de recursos humanos de la delegación en la provincia, ya que surgen evidencias sobre una situación preocupante e insostenible".

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