Para evitar esta deserción en 2012 nacieron las becas Avellaneda para jóvenes con buenos promedios pero que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad socioeducativa en los barrios del sur, la zona más postergada de la Ciudad de Buenos Aires.
Los alumnos reciben una ayuda económica para concluir sus estudios y además una tutoría a cargo de un estudiante o graduado universitario que lo introduce a un nuevo mundo académico y cultural que permite articular el paso entre el secundario y la educación superior.
"Las familias agradecen la beca pero sobre todo el tutor, que es la clave en esto: los acompaña durante los 9 meses, mínimo los ve dos veces por mes, y los lleva a que conozcan las facultades, que vean una clase por ejemplo, con la propuesta de ampliar las perspectivas de estudio y culturales", explicó Hofferlen.
"No hacen apoyo escolar, sino apoyo cultural, académico e institucional ya que visitan también lugares como Tecnópolis, la Feria del Libro, centros culturales o el teatro en lo que para muchos pibes es el primer contacto que tienen con este tipo de arte", añadió.
"En su gran mayoría son primera generación en terminar la secundaria y por lo tanto el tutor ofrece algo que las familias no pueden porque no estudiaron en la universidad", manifestó.
A modo de anécdota, Hofferlen contó que en una feria de profesiones que se realizó en Ciudad Universitaria, el rector Alberto Barbieri preguntó a los alumnos beneficiarios cuántos tenían padres profesionales: "Entre unos 200 becarios, si cinco levantaron la mano fue mucho y cuando se interrogó sobre cuántos padres terminaron la secundaria, levantaron la mano unos 15".
La efectividad de las subvenciones se refleja en los números: en cada una de las primeras dos ediciones hubo 210 alumnos y de ellos casi la mitad decidió continuar su vida educativa en la UBA "lo que no toma en cuenta que muchos siguieron, pero en otras universidades o profesorados", expresó el coordinador.
"Tenemos tres objetivos: que terminen la secundaria, lo que ocurre en un 100% de los casos, incentivarlos a continuar en estudios de nivel superior y que eso sea en la UBA. Aunque esto último no es necesario, si lo hacen, la beca continúa para el Ciclo Básico Común", agregó.
El responsable del programa indicó que las tutorías se proponen también que los chicos conozcan todas las carreras: "Generalmente se imaginan solamente las más tradicionales como Derecho y Económicas pero les mostramos que hay un abanico más amplio".
"Se trabaja con la deconstrucción de los ideales que tienen. Por ejemplo, una tutora de Filosofía y Letras llevó a su becaria a conocer la facultad y esta chica salió y le dijo 'que lindo lugar pero a la universidad a cuándo vamos'. La semana siguiente la llevó a Derecho y ahí dijo 'ahora sí vamos a entrar a la universidad'".
Como parte de su integración al mundo universitario, los alumnos que reciben la subvención también tienen otros beneficios como descuentos en el Centro Cultural Rojas, revisión médica gratuita en el centro de salud de la calle Hidalgo y acceso a la salud en el Hospital Clínicas.
Las becas Avellaneda están destinadas a alumnos que registren un promedio de calificaciones no inferior a 7 puntos y que pertenezcan a colegios secundarios de gestión estatal de los distritos escolares 4, 5, 11, 13, 19, 20 y 21 que juntos conforman el corredor sur porteño.
Los estudiantes que estén en 4to año y tengas interés de ser beneficiarios el año próximo podrán pedir información vía correo electrónico a becasavellaneda rec.uba.ar.
Fuente: Télam
