También se argumentó que “en el interior de las plazas se puede observar grandes y numerosas roturas en baldosas y mosaicos, lo que origina que el agua de lluvia se repose en su interior, acelerando su desgaste”. Asimismo, “tanto los de madera como de cemento se encuentran destruidos, escritos o pintados”; también se observan “luminarias defectuosas, canastos para residuos destruidos”.
Y se indicó también que la mayor preocupación de los vecinos reside en el estado que presentan los bustos y monumentos, ya que “han sido objeto de destrozos y hasta escrituras desagradables y obscenas”, por lo que amerita la restauración de los mismos.